Editorial Anagrama, 2003. 177 páginas.
Et in Arcadia Ego
Ganas tenía de reseñar algún libro de Roberto Bolaño, uno de los mejores escritores contemporáneos, y que murió (para descgracia de las letras) el año pasado. Su novela ‘Los detectives Salvajes’ es uno de los mejores libros que he leído, la recomiendo encarecidamente, así como el resto de su producción. Un escritor de los que marcan época y, como llevo diciendo desde hace mucho a cualquier pobre oyente que se ponga a mi lado, todo un clásico.
‘El gaucho…’ se compone de cinco relatos y dos conferencias. Uno, viendo la fecha de publicación, tiene la sensación de encontrarse con un producto editorial, una especie de cajón de sastre con lo último de su producción, pero viendo el resultado, no pongo ninguna objeción. En Jim, el protagonista nos contará el encuentro con el americano más triste del mundo. El Gaucho Insufrible, que da título al libro (por ser, probablemente, el mejor de los cinco), nos relata la historia de Héctor Pereda, que de abogado pasará a gaucho en una Argentina convulsionada por el terremoto bancario. En el tercero, El policía de las ratas, el policía Pepe el Tira (sobrino de ‘Josefina la Cantora’, relato de Kafka) deberá averiguar el origen de unas muertes misteriosas; el descubrimiento hará tambalear su imagen del mundo. En El viaje de Álvaro Rousselot el escritor argentino que da título al relato aprovechará un congreso para viajar a París e intentar esclarecer, de una vez por todas, los extraños paralelismos entre su obra y la de un cineasta francés. Por último, en Dos cuentos católicos asistiremos al mismo hecho desde el punto de vista de dos personajes muy diferentes: un adolescente que ha sentido la llamada de Dios, y un demente peligroso. Personalmente, me quedo con El gaucho insufrible y El viaje de Álvaro Rousselot, porque aunque calidad literaria la encontraremos en todos, el resto son algo flojos de argumento.
La primera conferencia Literatura+Enfermedad=enfermedad sería el perfecto contrapunto literario a las columnas de John Diamond ya comentadas aquí. Bolaño también estaba enfermo de cáncer y también era consciente de que la muerte le hacía compañía. En esta conferencia podemos ver que tan tremenda situación no merma su inteligencia. Destacaría la frase siguiente:
Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz.
La segunda conferencia Los mitos de Chtulu (y a un friki como yo le encantaría saber cual es la relación de Bolaño con el caballero de Providence) nos presenta, estructurada en breves párafos aparentemente inconexos, la opinión de Bolaño acerca del panorama literario actual. Excelentes los palos propinados a personajes como Sanchez-Drago (inciso: algunos amigos míos, al saber de mis aficiones literarias, me preguntaban si veía el programa de Sanchez-Dragó. Pues no, no lo veo porque no lo trago. Eso sí, como persona, porque nunca me he atrevido a leer ninguno de sus libros. El día que me anime, verán aquí la crítica. Inciso2 Lo mismo me decían, cuando veían mis aficiones científicas sobre el programa de Redes. La misma respuesta.).
Me ha gustado reencontrarme con Bolaño, y además me ha servido para enterarme de que se ha publicado su novela póstuma, 2666, y buscando en el fnac me he encontrado otros libros suyos que no he leído. A ver si en reyes…
(Un día, un libro 193/365)
Escuchando: Depression Royale. De Phazz.
3 comentarios
Justamente estoy leyendo Los detectives salvajes, y me está encantando. Hace unos días le comentaba a un amigo bloguero que de Bolaño tenía pre-juicio, y eso me había impedido leerlo (vaya bobería la mía), pero él es un gran admirador de este escritor y me convenció a través de escucharlo hablar de él. Y qué bueno que lo hizo. Este libro en especial se desarrolla en México, como de sobra sabes, estos años que Bolaño estuvo aquí, entre otras veces más, y adonde dejó muchos amigos y el afecto y admiración de quien lo conoció a nivel personal, y ya no se diga a través de su obra.
Gracias por la referencia a las columnas de John Diamond.
Bolaño es mi asignatura requetependiente, y además no tengo perdón de Dios, porque me suelo fiar de todo lo que recomiendas. Pero no hay manera, no acaba de caer en mis manos. Desde luego, cuando empiece, no creo que lo haga por 2666, y sí por alguno otro, como este, que has reseñado!
A ver cuándo cae… Te lo haré saber 😀
Cuando leí ‘Los detectives salvajes’ me enamoré (literariamente hablando) de Bolaño. Sus novelas siempre tienen una relación especial con México; no se que debió pasar en los años que vivió allí, pero sin duda lo marcó para siempre.
Cristina ¡Ya tardas! Te recomiendo los detectives o el libro de relatos ‘Llamadas telefónicas’. Dile a Luvina que he encontrado quien habla mal de Bolaño: Vicente Luis Mora