Alberto García Salido. El tipo que escucha.

febrero 5, 2010

Editorial Alfasur, 2009. 88 páginas.

Alberto García Salido, El tipo que escucha
Espacio interior

Recibir un libro siempre es una alegría. Si encima te gusta, todavía más. Así que empiezo dando las gracias a Alberto por hacerme llegar un ejemplar de este volumen de cuentos, pequeño pero bien editado.

Empieza con un cuento de una niña que sube a la azotea para ver las estrellas escapando de su situación familiar, continúa con las dificultades de Mario el vagabundo para apropiarse de una manzana y acaba con el cuento que da título al libro sobre un tipo cuya única labor es escuchar las intimidades -casi confesiones- de tres desconocidos. Y rematado por un epílogo pseudopoético. La lista completa es la siguiente:

Las estrellas mismas de la creación
Quedan demasiado lejos
Era la primera vez
Cierta majestad en su forma
Agujero en la tierra
Reparar lo que otros han vendido antes
Quiero irme de aquí
Mi primera jornada de trabajo
Pistas
Dulces sueños
Rodeado
Siempre
El tipo que escucha
Si te mira fijamente (epílogo pseudopoético)

Creo que al autor todavía le queda camino por recorrer, pero este comienzo promete. Sin ser conocido algunos de sus cuentos me han gustado tanto como algunos de autores de más renombre, pero con menos cosas por decir. Seguiremos a la escucha.


Extracto:[-]

Silencio en una sala con cuatro sillas.Tres de ellas vacías.

En la que está ocupada encontramos un tipo que apenas se mueve y parece estar esperando a alguien.
Se encuentra vestido con vaqueros, camiseta y zapatillas de deporte. Informal. Con el pelo húmedo, sin peinar, y unas gotas de agua tambaleándose sobre la punta de su nariz. Me referiré a él desde este momento como «el tipo que escucha».

La puerta que da acceso al cuarto se abre y aparecen tres hombres. Los tres de mediana edad y vestidos con traje oscuro. Recién afeitados. Cada uno se sienta en una silla idéntica a la del que les estaba esperando.
Tenemos así a cuatro hombres sentados en el interior de una pequeña habitación. Este cuarto se encuentra en la tercera planta de una de las muchas plantas que hay en la ciudad. En uno de los laterales tiene una ventana que permite ver que junto al edificio hay un parque lleno de niños corriendo. Es verano y el aire acondicionado exhala una ventisca fría que hace que «el tipo que escucha» se frote un poco los brazos. Quizá se arrepienta de no estar más abrigado.

Cada uno de los hombres que acaban de sentarse tiene en el suelo, junto a su silla, un papel en blanco,[…]

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