Editorial RBA, 2003. 268 páginas.
Tit. Or. The book of courtesans. Traducción: Jorge Fondebrider.
Insulso catálogo
Para escribir sobre las cortesanas a través de la historia se necesita organizar el material. Uno puede ir colocando fichas biográficas a modo de catálogo o bien organizarlo de otra manera como hace la autora. El subtítulo es catálogo de virtudes y bajo diferentes epígrafes va comentando diferentes anécdotas de cortesanas famosas.
El libro pretende ser un elogio de las cortesanas, algo que en mi opinión está de más. No hace falta defender a esos personajes famosos a menos que se parta de un prejuicio en contra de sus actos. Quitando esto las historias tampoco son demasiado profundas, el fragmentarlas por virtudes hace que cueste seguir el hilo de algunas de ellas y las reflexiones de la autora no son excesivamente brillantes.
Pero lo peor de todo es que el libro resulta tremendamente aburrido. Hace falta tener un talento especial para aburrir con un libro sobre las cortesanas, pero Griffin lo consigue. Terminarlo me costó horrores, y lo hice sólo por ver como acababan algunas historias.
El caso es que me picó el gusanillo de saber más de algunas de las protagonistas, pero no desde luego en este libro. Nada recomendable.
Extracto:[-]
Dentro de los auditorios, las imágenes continuarían superponiéndose en intrincadas capas, mientras recordábamos los retratos de damas y caballeros en sus palcos, así como aquellas descripciones de Daumier del sector del teatro llamado «paraíso», en el piso superior, donde se agrupaban los miembros más pobres del público.
Al volver a las calles, nos habría impresionado el cuadro de Béraud sobre el bulevar de Montmartre, justo enfrente del teatro que acabábamos de dejar. Caminando hacia un café, habríamos encontrado un hombre con sombrero de seda que podría haber salido de una pintura de Caillebotte, así como muchas mujeres que nos habrían recordado a Laparisienne, de Manet. Y al comenzar el nuevo siglo habríamos pensado que fue en ese mismo bulevar donde Chéri, el personaje de Colette, lloró la pérdida de la cortesana de la que estaba enamorado, mientras pasaba las noches borracho. Al llegar al Tortoni, sabríamos que fue allí donde Swann, el héroe de Proust, buscó desesperadamente, y en vano, a la cortesana Odette.
Y a nuestro alrededor, mientras mirábamos o cenábamos o bebíamos o bailábamos, nuevas historias tomaban forma. Los boulevardiers, orgullosos de sus comentarios ingeniosos, los difundían. De una forma u otra, más temprano que tarde todos terminaron enterándose de la famosa respuesta de Feydeau en Maxim’s (tras servirle una langosta que sólo tenía una de sus pinzas, el camarero le explicó que con frecuencia esos animales peleaban entre ellos y terminaban mutilados, a lo que el escritor replicó: «Pues entonces llévese ésta y tráigame a la que ganó».) Y todo el mundo repetía la historia de la vez en que la Bella Otero, forzada a dejar su palco en la Comédie-Francaise para dejárselo al zar de Rusia y su séquito, amenazó: «Muy bien, me voy; pero nunca volveré a comer caviar.»
Así como se repiten todas estas historias, Nadar fotografía a Sarah Bernhardt, a Labiche, a los dos Dumas y a los hermanos Goncourt: todos ellos actores principales de aquella mascarada. Y si ahora, al verlos con la perspectiva que da el tiempo, esos retratos se nos antojan un tanto elegiacos, es porque, a pesar de que el placer se multiplicaba en el tiempo y en el espacio, y cada acontecimiento se reproducía en sucesivos reflejos produciendo la impresión de una serie infinita, lo cierto es que ese instante de eternidad llegaba a su fin como cualquier otro. Es algo inevitable, propio de cada momento de alegría.
8 comentarios
Estimado ‘Palimp’:
Disculpa, en primer lugar, que use esta ventana para comunicarme contigo pero me he vuelto
loco buscando tu mail, sin éxito.
Mi nombre es Ramón Galí y soy el autor de la novela Hypatia y la eternidad, recientemente publicada por la editorial EsEdiciones. Sigo intermitentemente tu blog y me preguntaba si era posible que mi texto fuera sometido a tu brillante escrutinio literario. Te adjunto el enlace a la web donde, entre otra información, se puede descargar el primer capítulo de la novela.
Si estás interesado en mi propuesta no tienes más que darme una dirección física o un apartado de correos donde pudiera mandarte el libro.
Al margen de tu respuesta te felicito por tu blog y te mando cordiales saludos.
Ramón Galí.
Sin duda es un título atractivo y ya me lo iba a apuntar hasta que tu reseña me ha evitado el hacerlo. Me hiciste reir con eso de que «hace falta talento para aburrir con un libro de cortesanas, pero Griffin lo consigue»
¡Gracias!
Coincido plenamente con esta crítica (dura si se quiere) totalmente realista. He leído esta novela y es una de las peores que han llegado a mis manos. Coincido con el comentario anterior, la frase que resalta es de las mejores del artículo y lamentablemente, cierta..
Saludos!
Hola
Perdón que te contactemos así. Hemos visto tu blog y te queremos informar sobre nuestro concurso de relato breve: Érase una vez el vino, con la esperanza de que te resulte de interés y te animes a participar en el mismo.
Es un concurso original: damos 1 comienzo para 3 historias diferentes y esperamos que los concursantes las desarrollen con toda su creatividad.
Las bases y los premios están en http://www.turismodevino.com
Tanto si te animas a participar como si no, agradecíamos mucho si, en caso de que nuestra página te parezca interesante, incluyeras un link en tu página para ayudarnos con la promoción del enoturismo y con el desarrollo del medio rural. Muchas gracias, un saludo
Luis
Ramón, te escribo un mail.
Ale y Libros Gratis, la frase es graciosa porque es verdad. Me estaba costando sudor y lagrimas acabar el libro y pensaba ¿Cómo es posible que me cueste acabar un libro que habla de cortesanas? ¿Cómo es posible hacer aburrido el sexo?
Luis, gracias por la información.
el libro habla es de sexo???? o de la vida de las cortesanas o de la psicologia de las cortesanas
De la vida y psicología de las cortesanas.
Hola, estoy haciendo un ensayo sobre las cortesanas en general pero particularmente quiero seguir la vida de Verónica Franco, me podrás recomendar libros, me ha costado mucho trabajo encontrar fuentes sobre el tema.
Gracias
Saludos
Jovana