Incluye los siguientes relatos:
Dispuesta
Que es más de lo que puedo decir de ciertas personas
Danza en Estados Unidos
Vida en comunidad
Agnesdelowa
Charadas
Arre, borriquito, vamos a Belén
Una nota preciosa
Si es lo que te apetece, vale
La agencia inmobiliaria
Gente así es la única que hay por aquí: farfullar canónico en oncología pediátrica
Una madre estupenda
Por los dos primeros relatos temía encontrarme con ficciones de personajes un poco quejicas incapaces de tomar el timón de su vida, pero a partir del tercero ya vi que no. Aquí hay soledad y tristeza a capazos, pero también un seguir adelante aunque te sangren los pies. Hay muchos relatos que me han gustado -prácticamente todos- pero el que tuvo bastante fama, y no me extraña, es Gente así es la única que hay por aquí, sobre una pareja cuyo bebé tiene cáncer. Además de ser triste y terrible suena tan real que pensé que tenía que ser autobiográfico, al menos en parte, y algo de revuelo hubo sobre ello. En realidad importa poco, porque lo cierto es que muchos padres tienen que sufrir el calvario de ver a sus hijos padecer cáncer y solo de pensar en ello estoy llorando.
Me lo recomendaron aquí: Pájaros de américa donde lo comentan mejor. Y yo doy las gracias.
Muy bueno.
La sala Tiny Tim es un rincón con asientos que está al final del pasillo de Onco Pediátrica. Hay dos sofás pequeños, una mesa, una mecedora, una televisión y un aparato de vídeo. Hay varias cintas de vídeo: Speed, Dune, La guerra de las galaxias. En una de las paredes de la sala hay una placa dorada en la que está grabado el nombre del cantante Tiny Tim: en una ocasión a su hijo lo trataron en ese hospital, por lo que cinco años atrás donó dinero para esa sala. Es una sala estrecha y pequeña, la cual, uno sospecha, habría sido mayor si el hijo de Tiny Tim en efecto hubiera vivido. En cambio, murió aquí, en este hospital, y ahora tienen esta sala minúscula que es en parte gratitud, en parte generosidad, en parte «que te jodan».
Rebuscando entre las cintas de vídeo, la Madre se pregunta qué clase de ciencia ficción podría competir con la ciencia ficción del cáncer: un tumor con sus células musculares y óseas diferenciadas, un montón de nada salvaje y su deseo loco y ambicioso de ser algo: algo dentro de ti, en vez de tú, otro organismo, pero con arquitectura de monstruo, sabotaje de demonio y caos. Por ejemplo la leucemia, un tumor que toma diabólicamente forma de líquido, que viaja de incógnito por la sangre. George Lucas, ¡dirige eso!
Sentada con otros padres en la sala Tiny Tim, la noche antes de la operación, después de haber puesto a dormir al Bebé en la cuna alta de acero, dos habitaciones más allá, la Madre comienza a oír las historias: leucemia en párvulos, sarcomas en el campeonato infantil de béisbol, neuroblatomas descubiertos durante la acampada de verano. «Eric resbaló en la tercera base, pero el rasguño nunca se le curó.» Los padres se dan palmaditas en el antebrazo y hablan de otros hospitales infantiles como si se tratara de lugares donde ir de vacaciones. «¿El invierno pasado estuvisteis en Saint Jude? Nosotros también. ¿Qué os pareció? El personal era un encanto.» Se han dejado trabajos, se han hecho trizas matrimonios, se han saqueado cuentas bancarias; al parecer los padres han soportado lo insoportable. No hablan de la posibilidad de un coma causado por la quimioterapia sino del número de ellos. «Tuvo el primer coma el julio pasado —dice la madre de Ned—. Estábamos muertos de miedo, pero salimos adelante.»
Lo que hace la gente por allí es salir adelante. Hay una especie de valentía en sus vidas que en absoluto es valentía.
2 comentarios
Muchas gracias por el link y por los elogios. Me alegro de que lo hayas disfrutado.
Gracias por la recomendación, lo disfruté mucho.