Mario Livio. La ecuación jamás resuelta.

septiembre 6, 2024

Mario Livio, La ecuación jamás resuelta
Ariel, 2007. 390 páginas.
Tit. Or. The equation that couldn’t be solved. Trad. Blanca Ribera de Madariaga.

A través de las figuras de Galois y Abel, que tuvieron una vida más propia de una novela de aventuras o de Dickens que de unos matemáticos insignes el autor nos cuenta la historia de la simetría que ha tenido un papel imprescindible en las matemáticas. La idea de belleza impregna la búsqueda de muchas ecuaciones.

Este apunte, como otros que estoy colgando últimamente, provienen de archivos de hace años, así que no puedo hablar en demasía del libro porque apenas lo recuerdo. Esta bitácora tiene como objetivo precisamente refrescar la memoria de libros que he leído. Para remediar lo escueto del comentario busco otras reseñas en la red. He encontrado esta: La ecuación jamás resuelta tras bucear mucho en los resultados porque todos los que aparecen en primer lugar son páginas para vender el libro. Qué diferencia con aquellos tiempos en los que incluso una humilde página aparecía en las primeras posiciones si contenía información relevante. Google se ha ido a la mierda.

Bueno.

Los creadores del programa 20/20 ABC News realizaron un experimento para estimar con qué frecuencia obtienen un trato preferen-cial los hombres y mujeres atractivos. En una prueba realizada en Atlanta, dos actrices vestidas de forma parecida se quedaron aguardando, con desamparo, junto a un coche que se había quedado sin gasolina. Para la más normalita, se detuvieron unos cuantos peatones, pero sólo para indicarle la gasolinera más próxima. Para la más atractiva de las actrices, se detuvieron no menos de una docena de coches y, de hecho, ¡seis conductores fueron a buscarle gasolina!
En el segundo experimento, 20/20 contrató a dos hombres para que solicitaran un trabajo. Los dos candidatos tenían una educación y experiencia laboral similar e incluso se limaron deliberadamente las pequeñas diferencias que había en sus currículums. Sin embargo, entre ambos hombres había una diferencia notable: uno era muy atractivo, mientras que el otro era más corriente. Lo crean o no, el entrevistador estaba ansioso por que el hombre atractivo acudiera cuanto antes para realizar un día de prueba, mientras que el hombre corriente sólo obtuvo un «no nos llame, ya le llamaremos nosotros» por respuesta.
Incluso se ha identificado el área del cerebro que responde a la belleza. Los investigadores Hans Breiter, Nancy Etcoff, Itzhak Aharon y sus colaboradores utilizaron imágenes de resonancia magnética (MRI, Magnetic Resonance Imaging) para investigar la actividad del cerebro de los hombres cuando se les mostraban mujeres especialmente atractivas. Encontraron que la belleza activa la misma área del cerebro que la comida (cuando una persona tiene hambre) o el juego para los ludópatas (p. ej., un jugador compulsivo cuando ve una ruleta).

2 comentarios

  • Francisco septiembre 9, 2024en10:07 am

    Hola Juan Pablo. Es un hecho lo que comentas sobre Google. La información más relevante sobre una novela para Google no es hoy una crítica o reseña del libro, sino las páginas web en los que adquirirlo. Una pena.

  • Palimp septiembre 10, 2024en9:55 am

    Tiene un nombre ‘mierdificación’:
    «Doctorow explica este proceso con el caso de Google. Para el canadiense, la plataforma comenzó ofreciendo los mejores resultados de búsqueda pero, una vez aseguró una base de usuarios y se encontró con una competencia poco significativa, cambió sus algoritmos de búsqueda para priorizar los resultados que generarán mayores ingresos publicitarios. La etapa final de su ‘enmierdamiento’, según el escritor, llegó con la redirección de los beneficios obtenidos hacia los accionistas, reduciendo la calidad del servicio para usuarios y clientes. «

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