Jaime Martín. Jamás tendré 20 años.
Cómic / marzo 5, 2018

Norma, 2017. 120 páginas. Regalo sorpresa de estas navidades. Yo conocía, como lector del víbora, su obra de Los primos del parque, pero aquí, retratando la historia de sus abuelos desde los problemas de la guerra civil y los años todavía peores de la posguerra alcanza una madurez que no le conocía. Tras escapar de Melilla por haber simpatizado con la CNT, Isabel llega a Barcelona, en plena guerra. Formará una familia con Jaime, soldado del ejército republicano. Tras la guerra consiguen sobrevivir y se dedican a recoger y vender cristales y botellas. Poco a poco van saliendo adelante. Es un tópico decir que se ha escrito mucho sobre la guerra civil, o que hay muchas películas. Yo soy de los que opinan lo contrario. Y estos cómics, como El ala rota, que narran lo que pasó en este país durante una guerra cruenta e incivil y una posguerra llena de miseria y humillación, son imprescindibles. Muy bueno.

Willy Linthout. Los años del elefante.
Cómic / marzo 2, 2018

Ponent Mon, 2009. 164 páginas. Impresionante ejercicio de exorcismo emocional. Al autor de este cómic se le suicida el hijo y para poder afrontar el problema decide vomitar sus sensaciones y vivencias en estas páginas. El dibujo y el tono son de historia cómica, y algunas de las viñetas -que rozan el absurdo- pueden arrancarnos una sonrisa. Pero detrás está todo el rato palpitando la tragedia. Desde cuando sale a la calle y en frente de la portería está la silueta con tiza del cuerpo de su hijo, hasta la conversación en el metro porque se ha suicidado alguien. De sus problemas con las terapias y la medicación al deterioro de su relación de pareja. A mí, en algunos momentos, me ha provocado escalofríos. En otros, como ya he dicho, alguna sonrisa. Muy recomendable.

Santiago Valenzuela. La saga del capitán Torrezno.
Cómic / marzo 1, 2018

Menuda saga se ha marcado Santiago Valenzuela con sus aventuras del capitán Torrezno. Hace ya años leí los dos primeros volúmenes de la serie, pero decidí esperar y ahora me he leído todos los volúmenes disponibles, aprovechando la riqueza del catálogo de las bibliotecas. Es una obra diferente, personalísima. La historia transcurre en un universo que un jubilado ha creado -de manera accidental- en un sótano. Allí aparece sin comerlo ni beberlo el capitán Torrezno, un borrachín habitual del Denver, bar situado al lado del sótano. Gracias a sus conocimientos asciende enseguida en un mundo que todavía está en la época medieval. Pero las historias dan mucho de sí. Entiendo que este es un cómic en el que hay que entrar. Pero si lo haces quedas encantado. Es cierto que a veces hay páginas con un exceso de texto que no aporta mucho y otras es una simple aventura de batallas. Pero pocas veces. En general hay textos que sumados al dibujo dan lugar a páginas casi poéticas y en ocasiones muy filosóficas. En otras las aventuras son trepidantes y te enganchan de la nariz y no te sueltan. La imaginación del autor para incorporar los elementos cotidianos (una mesa,…