Manolo Carot y Rubén del Rincón. El boxeador.
Cómic / octubre 25, 2017

La Cúpula, 2017. 208 páginas. Dos historias paralelas que se leen desde los dos puntos de entrada del cómic, y que se juntan en el combate final. En una esquina, Rafa, de origen humilde que logra triunfar en el cuadrilátero a base de sacrificio pero que acabará en la cárcel. En la esquina opuesta Héctor, hijo de una estrella del atletismo que escoge el boxeo para escapar de su padre y porque tiene talento. El guión es ágil como el juego de piernas de los protagonistas, pero en mi opinión con demasiados tópicos (el padre controlador, el boxeador impulsivo, el entrenador sabio…). Pero combinados con un dibujo magnífico, de rojo abundante y trazos poderosos te golpea como un buen jab de derecha. Una buena reseña aquí: El boxeador. Excelente.

Samanta Schweblin. Pájaros en la boca.
Cuentos / octubre 24, 2017

Random House Mondadori, 2010. 222 páginas. Incluye los siguientes cuentos: Irman Mujeres desesperadas En la estepa Pájaros en la boca Perdiendo velocidad Cabezas contra el asfalto Hacia la alegre civilización El cavador La furia de las pestes Sueño de revolución Matar a un perro La medida de las cosas La verdad acerca del futuro La pesada valija de Benavides Conservas Mi hermano Walter Papá Noel duerme en casa Bajo tierra Y, de momento, es el conjunto que más me ha gustado de la autora, todos los relatos muy solventes y algunos excelentes. Uno de mis preferidos Cabezas contra el asfalto del que dejo una muestra. Otras reseñas: Pájaros en la boca, por Samanta Schweblin y PÁJAROS EN LA BOCA, de Samanta Schweblin Si golpeas mucho la cabeza de alguien contra al asfalto —aunque sea para hacerlo entrar en razón—, es probable que termines lastimándolo. Esto es algo que mi madre me explicó desde el principio, el día que golpeé la cabeza de Fredo contra el piso del patio del colegio. Yo no era violento, quiero aclarar esto. Sólo hablaba si era estrictamente necesario, no tenía amigos ni enemigos, y lo único que hacía en los recreos era esperar solo en…

Matt Kindt y David Rubín. Ether.
Cómic / octubre 23, 2017

Astiberri, 2017. 136 páginas. Un explorador que se mueve entre dos mundos, el real y un mundo de fantasía gracias a una singularidad que se encuentra en la ciudad de Venecia. A pesar del carácter mágico del otro mundo él aplica las reglas de la ciencia para solucionar los problemas. Es por eso que le encargan averiguar quién ha sido el asesino de la última llama dorada. Una trama atractiva sin grandes complicaciones y con mucha imaginación, sobre todo visual a cargo del excelente dibujo de David Rubin. Más orientado a un público adolescente que al adulto, aunque de vez en cuando es refrescante leer historias sin excesivas complicaciones.

Nick Drnaso. Beverly.
Cómic / octubre 20, 2017

Pimentel, 2016. 132 páginas. Trad. César Sánchez. El reverso chungo del sueño americano. Personajes que se asfixian en su soledad, faltos de empatía, viviendo unas vidas tristes en busca de algo que no llega. Todo con un dibujo limpio que acentúa, como en los cuadros hiperrealistas, lo fantasmal del ambiente. Desasosegante.

James Thurber. La meravellosa O.
Novela / octubre 19, 2017

Átic dels llibres, 2017. 110 páginas. Tit. or The wonderful O. Trad. Claudia Casanova. Un cuento divertido y original donde unos piratas, buscando un tesoro, llegan a una isla y arrasan con todo, especialmente con la letra O. Los ciudadanos del pueblo sufrirán desde ese momento la carencia de una vocal tan vital. Abunda en juegos de palabras provocados por la ausencia de la letra, que imagino han tenido que ser muy complicados de traducir, pero con un resultado excelente. Ideal para que los niños practiquen su vocabulario y para que los adultos soltemos alguna carcajada. Recomendable. Va llançar la seva gerra contra el rellotge i el va rebentar, però a dins només hi havia mecanismes: ni safirs, ni maragdes, ni diamants, i, per descomptat, cap mapa. —El lloro es diu Magraw —va dir en Little-jack—. Això no porta cap O. —L’escanyaré —va xisclar el lloro—-. L’escanyaré. —I en això tampoc n’hi ha cap —va dir en Littlejack. En Black es va posar dempeus i va picar amb el puny a la taula. —Acabaré amb la O, tant amb la majúscula com amb la minúscula —va cridar l’home de negre—. Promulgaré una llei. Serà obligatori guixar o esborrar la O…