Francesca Serra. Las buenas chicas no leen novelas.
Ensayo / junio 6, 2017

Grup 62, 2013. 140 páginas. Trad. Helena Aguilà Ruzola. El libro está perfectamente definido por el subtítulo; repaso a la relación de las mujeres con la lectura. Los adjetivos de irónico, crítico e inteligente que se añaden se quedan cortos. De mi cosecha pongo delicioso, divertido, erudito y con estilo. Está dividido en cinco capítulos de títulos sugerentes: Deseo, ficción, masturbación, consumo y muerte. La lectura nunca ha estado recomendada para las mujeres, que pueden tener ideas peligrosas o, aún peor, caer en el vicio de la sexualidad. En épocas modernas la cosa está peor; la literatura es cosa de mujeres porque es un adorno intrascendente, puro ocio que no tiene cabida en la sociedad productiva. Brillante. Después de navegar durante siglos por mares relativamente seguros, las nuevas novelas hacían que la literatura naufragase en una isla de caníbales. El prototipo de 1719 nos habla de esa isla, nos lleva a esa isla, queramos o no. Mientras leemos el naufragio de Robinson y su llegada a la isla, aumenta desmesuradamente nuestro deseo de proseguir en su historia y devorarla. Ahora los caníbales somos nosotros. Gente nueva, advenedizos, extranjeros peligrosos. El deseo desproporcionado de leer que nos invade, deseo que no…