Mariana Enriquez. Las cosas que perdimos en el fuego.
Cuentos / septiembre 26, 2016

Anagrama, 2016. 198 páginas. Incluye los siguientes relatos: El chico sucio La Hostería Los años intoxicados La casa de Adela Pablito clavó un clavito: una evocación del Petiso Orejudo Tela de araña Fin de curso Nada de carne sobre nosotras El patio del vecino Bajo el agua negra Verde rojo anaranjado Las cosas que perdimos en el fuego Si Cortázar dignificó lo fantástico por su calidad literaria, Mariana hace lo mismo con un género más difícil y marginal: el terror. Las presencias extrañas se mezclan de manera indistinguible con el mal doméstico, con la sordidez y miseria de una sociedad enferma. La contaminación de un río provoca las mismas mutaciones que las de los oscuros dioses de Lovecraft. La pérdida de sentido existencial, los lindes de la locura, enmascaran las oscuras presencias de malvados espíritus. Lo terrorífico está en la realidad cotidiana. Las presencias sobrenaturales se limitan a aportar lo irracional e inesperado. Nosotros somos el mal. Muy destacables Los años intoxicados y Fin de curso. Algunos son más flojitos, pero en general, muy buenos. El chico sucio y su madre duermen sobre tres colchones tan gastados que, apilados, tienen el mismo alto que un somier común. La madre guarda…