Minotauro, 2010. 320 páginas. Tit. Or. JOurnal of a UFO investigator. Trad. Manuel Mata. Lo recomienda Cesar Mallorquà en la Tormenta, pero para mà ha sido un fiasco. Para enfrentar la inminente muerte de su madre el protagonista se vuelca en un falso diario en el que le suceden diferentes aventuras investigando ovnis. Los lÃmites entre realidad y ficción se desdibujan. Me recordó -por el tema- a ‘Soy una matagigantes’, pero en peor. Su lectura se me hizo eterna. QuerÃa entenderlo, me dijo. ¿Cómo podÃa un chico brillante como yo arruinar su vida con tonterÃas sobre los ovnis? -Asà que llevamos quince años de platillos volantes -dijo una vez que respondà a sus preguntas sobre las fechas y las cifras-. Ha habido tres mil o Dios sabe cuántos más avistamientos de esas estúpidas luces que cruzan el cielo. Ni una sola de ellas cayó jamás al suelo. Y ninguna ha dejado una prueba sólida de su presencia jamás… -Pero no es asà -le dije. -¿Cómo? -A veces, los ovnis sà han dejado pruebas fÃsicas -le dije. -¿Ah, sÃ? ¿Cómo cuándo? No querÃa mencionar el ovni que se estrelló en la isla Mauricio en 1947. Casi con toda certeza se trataba…