Es conocido el SÃndrome de Stendhal, que viene a ser el siroco que te puede dar ante la contemplación de mucha belleza artÃstica. La galerÃa de los Uffizi parece bastante proclive a estos desvanecimientos. La capacidad de apreciar la belleza, e incluso de sufrir algún tipo de locura transitoria, está más extendida de lo que pueda parecer. No es exclusiva de gente cultivada con espÃritu romántico. Andaba escuchando esta conferencia: La romanización de Hispania Y en un momento dado se habla de las esculturas ibéricas de Porcuna, y el conferenciante comenta que el gitano que encontró y vendió algunas se habÃa quedado con una en casa y que se volvió loco contemplandola mientras decÃa ¿Pero quién habrá hecho esto?. Loco quiere decir que se pasaba el dÃa en casa sin hacer nada, aquejado de una peculiar variedad de sÃndrome de Stendhal. La escultura, que en reproducción fotográfica pierde sus poderes magnéticos, creo que es la siguiente: La he obtenido de aquÃ: Lucha mÃtica de un hombre con un grifo. Tengan cuidado con el arte.