Ryszard Kapuscinski. Ébano. Fragmentos.
Ensayo / octubre 13, 2012

En nuestro coche, aparte de dos reporteros locales y de mí, también viajan tres soldados. Han colgado sus kaláshnikov sobre sus hombros desnudos (hace mucho calor, así que se han quitado las camisas). Se llaman Onom, Semakula y Konkoti. El mayor de ellos, Onom, tiene diecisiete años. Leo a veces que en América o en Europa un niño ha disparado sobre otro niño. Que ha matado a uno de su misma edad o a un adulto. Este tipo de información suele ir acompañado de expresiones de estupefacción y espanto. Pues bien, en África los niños llevan años, muchos, mucho tiempo, matando a otros niños, y en masa. A decir verdad, las guerras contemporáneas que se libran en este continente son guerras de niños. Allí donde los combates se prolongan desde hace décadas (como en Angola o Sudán), la mayoría de adultos ha muerto hace ya tiempo, por el hambre o las epidemias; quedan los niños, y son ellos los que continúan las guerras. En el sangriento caos que arrasa diferentes países de África, han aparecido decenas de miles de huérfanos, hambrientos y sin techo. Buscan quien los alimente y acoja. Allá donde hay ejército es donde resulta más fácil encontrar…

Ryszard Kapuscinski. Ébano. Fragmentos.
Ensayo / octubre 6, 2012

De ahí que en los lugares donde el cristianismo y el islam no se había implantado con fuerza, la riqueza de nombres que se ponía a la gente era infinita. En ello también se expresaba la poesía de los adultos, que dotaban a sus hijos de nombres como Mañana Fresca (si el crío nació al amanecer) o Sombra de Acacia (si vino al mundo bajo este árbol). En las sociedades que desconocían la escritura, con ayuda de los nombres se registraban los acontecimientos más importantes de la historia antigua y contemporánea. Si el niño nacía el día en que Tanganica había obtenido la independencia, recibía el nombre de Independencia (en swahili, Uhuru). Si los padres eran incondicionales partidarios del presidente Nyerere, podían llamar a su hijo precisamente así: Nyerere. De esta manera, desde hace siglos se ha ido creando una historia, no tanto escrita como hablada, con fuerte -por personal- grado de identificación: mi identificación con mi comunidad la expreso con el hecho de que el nombre que poseo glorifica algún acontecimiento inscrito en la memoria de un pueblo del que soy parte. La introducción del cristianismo y del islam redujo este rico mundo de poesía e historia al centenar…

Chuck Palahniuk. El club de la lucha.
Novela / octubre 5, 2012

DeBolsillo, 2011. 218 páginas. Tit. Or. The fight club. Trad. Pedro González del Campo. Las ganas que tenía de leer este libro y lo que me ha costado… empecé a leer a Palahniuk por la película del club de la lucha, y un poco más y me lo leo el último. ¿Qué se puede decir si la entrada de la wikipedia es enorme: El club de la lucha, y se ha convertido en todo un clásico viviente. El autor lo explica en el prólogo, cuando está haciendo una excursión le sueltan: La primera regla del Tour por el túnel encantado es que no se habla del Tour por el túnel encantado Y cuando le cuenta que fue él quien escribió el libro le dicen: ¿Había un libro? Pues sí, lo había. Y muy bueno, añado. Me ha gustado mucho. La película le hace honor y aunque el final es muy diferente ambos hacen justicia a la trama. Que a estas alturas todo el mundo la conoce: trabajador harto de su situación conoce a gamberro problemático con el que funda el club de la lucha y todo se desmadra. Dice el autor que todo parte del capítulo 6, al que se…

Ryszard Kapuscinski. Ébano.
Ensayo / octubre 3, 2012

Anagrama, 2000. RBA, 2009. 346 páginas. Tit. Or. Heban. Trad. Agata Orzeszak y Roberto Mansberger Amorós. Algo tiene el agua cuando la bendicen. Tanto bueno acerca de Kapuscinski tenía que tener una base, y leyendo este libro lo he podido comprobar. Es una colección de historias y vivencias del autor en África, continente que ha visitado mucho en calidad de periodista, del que se declara enamorado, y del que tiene muchas cosas que decir. El paisaje que nos muestra es, a la vez, apasionante y devastador. Belleza y hambre. Maravilla y miseria. Lleno de vida y de muerte. Me animé a leerlo por un fragmento que escuché en la vuelta al mundo en ochenta libros, que aparece casi al final del libro y que palidece ante otras situaciones mucho más intensas. Un libro tan fascinante como el continente que describe. Les dejo un fragmento pero iré colgando otros a lo largo de este mes. Calificación: Muy bueno. Extracto: – Ya lo creo -contesté-, ¡centenares! -¿Sabes? -siguió-, cuando hace mucho tiempo aparecieron aquí los portugueses y empezaron a comprar marfil, les llamó la atención el hecho de que los africanos no lo tuviesen en grandes cantidades. ¿Por qué? A fin de…

Unos ríen, otros lloran…
Noticias / octubre 2, 2012

El libro electrónico ha venido para quedarse. Aunque la industria todavía no se ha enterado, y sigue empeñada en venderlos casi al mismo precio que la edición de tapa dura y más caros que la edición de bolsillo. Mientras tanto florecen los sitios que ofrecen libros gratis, y sin publicidad. Algunas noticias (viejas pero no tanto, y vigentes). Las venta del libro de bolsillo bajan, y no creo que sea casualidad que sea el formato de los lectores compulsivos que seguramente ya tienen ebook: El libro de bolsillo se desploma Los editores siguen diciendo tonterías: Los editores están preocupados por «la falta de protección del libro digital en España» Del que destaco: […] Díaz Valcárcel, […], ha asegurado que convertir un libro de papel en electrónico es «caro» […]. Y yo me pregunto, si es tan caro ¿Cómo es que hay gente que lo hace gratis? ¿A quién quieren engañar? Mientras tanto empiezan a nacer las editoriales virtuales que sólo editan en electrónico, y las que vendrán: Sigue leyendo El 50% de lo que usted paga por este libro va directo al escritor, sin el cual no existiría. Para que usted pueda leerlo ha sido necesario el trabajo de un…