Salvat, 1971. 262 páginas. Trad. Fernando Vela. A Gamow le debemos muchas cosas, la más conocida la teorÃa del Big Bang (aunque el nombre se lo puso Hoyle para ridiculizarla lo que hizo fue hacerla más popular). Esta biografÃa, donde se repasa la historia de la fÃsica hasta sus dÃas, ya la habÃa leÃdo, pero siempre es un placer releer a Gamow. Porque escribe muy bien y sabe explicar con claridad y sin perder rigor los conceptos más complicados de la fÃsica. Además incluye un montón de anécdotas (algo que me encanta) y muchas de ellas vividas en primera persona, porque Gamow es parte fundamental de la historia de la fÃsica. A mà me estremece leer cosas como esta, donde se narra el origen de la energÃa atómica: […]él y su ayudante, Fritz Strassman, bombardeando uranio con neutrones, habÃan encontrado la presencia del bario, un elemento que está a la mitad del sistema Mendeleev. Meitner y su sobrino, Otto Firsch (dos Otto en el asunto), que habÃa ido con ella a Estocolmo, pensaron que ello habÃa sido el resultado de una fisión, es decir, de la desintegración en dos de un núcleo de uranio golpeado por un neutrón. Tan pronto…