Llevo muchos años colaborando con los proyectos del veí de dalt, una de las voces más originales de la catosfera y promotor de las Històries veïnals, relatos escritos a cuatro o cinco manos donde un escritor comienza y va pasando el testigo a otro hasta que la historia se completa. Después de 10 ediciones ha decidido celebrarlo por todo lo alto, y además de una maravillosa fiesta a la que tuve la suerte de asistir este sábado ha decidido publicar un libro que recoge 41 relatos (de los 97 que se han escrito en las 10 ediciones), 2 cadáveres exquisitos, 1 renga y 2 microrelatos, escritos entre 102 blogueros. Algo tan colaborativo no podía editarse de un modo tradicional, así que el veí ha echado cuentas y viendo que con 2.000 € se podía poner en marcha todo el asunto -sin ganar él nada más que la satisfacción del deber cumplido- ha puesto la financiación del proyecto como crowdfunding en Verkami: Històries veïnals. ¿Y eso del crowdfunding qué es? Un nuevo palabro que se está poniendo de moda y que se podría traducir por microfinanciación. Pequeñas aportaciones de mucha gente permiten sacar adelante un proyecto a cambio de participar de…

RBA. Sigo con Don Benito, con el que tengo lectura, y buena, para rato. En este caso una novela protagonizada por el enamoramiento entre personas de diferente religión. Gloria es una joven que se enamora de un caballero rescatado de un naufragio por el cura del pueblo, que es de armas tomar. Es extranjero, aunque habla bien el castellano, y enseguida surge el amor. Pero hay un impedimento, nadie sabe si el joven es católico, y, como tiene que ser para que haya un conflicto, resultará no serlo. El autor aprovecha para denunciar la falsa religiosidad española que, preciándose de ser católicos a machamartillo y adalides de la moral resultan serlo sólo en apariencia. El joven Daniel, pese a tener otro credo, despreciado por la sociedad española, resulta tener un sentimiento religioso más profundo y sincero. Pocas cosas han cambiado desde entonces; hoy en día la iglesia católica es mayoría en este país, y pocos son los niños que no se bautizan, pero menos son los que van a misa todos los domingos y cumplen los preceptos religiosos. En cuanto a la novela es la que me ha gustado menos de las que llevo leídas de Galdós, no sé si…