Juan Jacinto Muñoz Rengel. El asesino hipocondríaco.
Novela / febrero 20, 2012

Mondadori, 2012. 218 páginas. Quejicas Tercero de los libros que me llegaron por sorpresa y que me gustó mucho. En los dos casos anteriores, sé quien agradecerlo. En éste, no. M.Y. está a punto de morir. Su cuerpo es un nido de enfermedades, y cualquiera de ellas puede llevarle a la tumba en cualqueir momento. Pero antes tiene que cumplir su encargo y asesinar a Eduardo Blaisten. Porque es un hombre de moralidad kantiana. Pero asesinar no es fácil cuando interminables dolencias se cruzan en tu camino. En las primeras veinte páginas ya me había arrancado más de una carcajada. Eso basta para recomendarlo automáticamente. El catálogo de enfermedades y enfermos ilustres es impresionante. Los esfuerzos del protagonista para llevar a cabo su encargo son increíblemente graciosos, a la altura del mejor Eduardo Mendoza. No llega a hacerse pesado porque el autor sabe introducir novedades en la trama. El lenguaje, exquisito. Pero lo mejor es el final, del que extraigo una lectura parcial de entre las muchas que tiene. Muchos escritores son una panda de quejicas profesionales sin remedio. En su página web El asesino hipocondríaco se acumulan los elogios. Para mí bastan dos: es muy divertida y está bien…