¡Al abordaje!
Noticias / noviembre 4, 2010

El tema está calentito. El diario El País, en su habitual cruzada por los derechos de autor, publica el siguiente artículo: La tableta da alas al libro ‘pirata’ Cuyo subtítulo afirma, contundente: Nuevos dispositivos como el iPad duplican las descargas no autorizadas – Los editores cifran en 400 millones las pérdidas entre enero y junio de 2010 La red ya ha reaccionado con variedad de fundadas opiniones. Barrapunto se hace eco de la noticia, en Microsiervos afirman que No hay peor sordo que el que no quiere oír ni peor editor que el no quiere editar. Ricardo Galli en Tabletas y la falacia narrativa perfecta desmonta la totalidad del artículo y nos recuerda que ya avisó que engendros como Libranda no nacieron para vender libros, sino para poder decir ¡Hacemos lo que podemos pero la gente es mala y sólo quiere piratear!. Hace poco intenté comprar un libro en Libranda para ver si era tan malo como decían: es peor. Si esta es la mejor manera actual de comprar libros en castellano no me extraña que la gente se lance a las redes P2P. Algo parecido debió pensar J. K. Rowling que no quería que sus libros salieran en formato…