Editorial Anagrama, 1995. 144 páginas. CÃrculos obsesivos Me gusta Tizón, me gusta su prosa y su libro Velocidad de los jardines es de una extraña perfección. Pero esta Seda salvaje no me ha acabado de convencer. La prosa es impecable, y lo mejor del libro. Sólo por eso merece la pena leerlo. Pero la novela no acaba de cuajar, el obsesivo protagonista empeñado en descubrir lo que hace su novia por vÃa de un detective a ratos resulta increÃble y el desarrollo de la historia no tiene mucho sentido. Como dice el protagonista en el libro: Llegué a casa y me encerré a solas con el informe. VolvÃa sobre sus frases con el ánimo de quien vuelve a un lugar incómodo pero a salvo, donde los peores augurios son confirmados. Cada palabra escondÃa una ocasión de peligro y eran terreno minado sus acrobacias verbales. Repasándolo mejor, llegué a pensar en nosotros como en entes de ficción producidos por un autor de segunda; pero quizá el novelista que nos ideó habÃa muerto olvidado y quedábamos nosotros huérfanos en medio de la calle, en medio de un capÃtulo, personajes sin guión persiguiéndonos unos a otros por apeaderos y altares en una mala…