El ventall de lady Windermere
Teatro / mayo 17, 2007

El teatro hay que verlo, no leerlo. El problema es que los clásicos no se montan con frecuencia, y aún menos se montan bien. Por eso cuando surge la oportunidad de ver una buena puesta en escena de Wilde no hay que desaprovecharla. Si encima, como fue mi caso, fui invitado al estreno gracias a uno de los intérpretes que me ha dirigido en muchas ocasiones, todavía mejor. Además tuve la oportunidad de codearme con famosos y famosetes de todos los pelajes. Los que alguna vez nos hemos subido a un escenario miramos con ojos de urraca las evoluciones de los actores. Nos cuesta más entrar en la obra porque estamos a la caza de gestos, tasando como mercaderes la calidad de la interpretación. Tanto análisis estorba, por lo general, disfrutar de la obra como un espectador más. No fue mi caso; como un parvulito entre en el juego desde el primer momento. Me fascinó el decorado y todavía más los vestidos de las protagonistas -impresionante Lady Windermere en traje de noche-, yo, que soy defensor a ultranza del minimalismo escénico. Mis sentimientos bailaban al son de la obra: rabié cuando la simpática ancianita informa a Lady Windermere de las…