Pedro Marchán. Donde todo se acaba.
Novela / septiembre 5, 2006

Desventuras de un barquero A Pedro Marchán lo conocí cuando este blog estaba en bloxus. Allí sigue teniendo su blog Cruzando el rio estigia, uno de mis preferidos de bloxus, en el que habla de todo un poco. El caso es que Pedro ha acabado hace poco su primera novela y yo he tenido la suerte de ser uno de sus primeros lectores. En el salón del cómic me hizo solemne entrega del manuscrito (bueno, impreso por ordenador y muy bien encuadernado) mientras compartíamos un café. Existe un barquero encargado de guiar las almas de los muertos hacia el lugar donde todo se acaba. Cada vez que lo hace, siete niñas pequeñas vestidas de novia lloran por las penas de los difuntos, que van amarradas en las redes del pescador, y acompañan a los fallecidos hasta que sus espíritus se pierden en la profundidad del océano. Pero es tanto el dolor que soportan las siete que el lamento se convierte en locura. En plena guerra civil un niño asustado y una prostituta se ven envueltos por los horrores de la guerra. El niño será adoptado por una familia rica, pero sus vidas ya se han cruzado para siempre. Además, parece…

Ataque de ego
Sin categoría / septiembre 5, 2006

Dicen que una de las motivaciones más grandes para escribir un blog es alimentar el ego. Debe ser cierto porque teniendo en cuenta que no nos pagan ¿para qué perder el tiempo que podíamos estar dedicando a cosas más productivas o, sencillamente, a no hacer nada? Si uno lleva el tiempo suficiente con esto, más tarde o más temprano tendrá motivos para el regocijo; una serie de lectores fijos, algún reconocimiento e incluso salir en los medios. Como ya indiqué aquí, este blog fue finalista de los premios del periódico 20 minutos. A todos los participantes nos regalaron esta bonita camiseta: Uno está tentado de decir aquello de fui finalista en los premios 20 blogs y todo lo que conseguí fue esta estúpida camiseta 🙂 . El papelito que está debajo de la camiseta es nada más y nada menos que mi primer cheque de google. Cien dólares para el bolsillo a cambio de tener esa publicidad que pueden ver debajo del título de la bitácora. Pero no se lancen corriendo a poner publicidad google en sus páginas, me costó casi un año conseguirlos. Aunque claro, a mí tampoco me cuesta ningún esfuerzo. No hace mucho una periodista se puso…