Natalia Ginzburg. Les veus del capvespre.
Novela / noviembre 22, 2022

Ela geminada, 2019. 140 páginas. Historias familiares en un pequeño pueblo dependiente de una fábrica, antes y después del fascismo, centrada sobre todo en los dueños de la misma. Según dice la autora todos los personajes son inventados y es una pena porque los quiere como si fueran reales. Y no me extraña. Hay más vida en cada uno de las vidas aquí retratadas en apenas 150 páginas (el patriarca de la familia, el capataz desagradable pero lleno de vitalidad, los hijos malogrados, las relaciones escondidas) que en otras novelas que malgastan páginas en dar vueltas a una noria de la que no sale agua. ¡Que tristeza te deja su lectura! Porque lo pequeño es hermoso y en una emoción que no consigue llegar a ser amor hay más verdad y belleza que en grandes pasiones mentirosas. Muy bueno. El diumenge anaven a la muntanya tots junts, el Calitja, en Vincenzino, les germanes del Calitja, la Gem-mina i el Boina. En Vincenzino caminava a poc a poc, i es quedava enrere, i els altres s’impacientaven, perquè l’havien d esperar. De manera que solia aturar-se en un orri, prop del foc encès, a belar amb la flauta i a mirar les…

Natalia Ginzburg. Léxico familiar.
Ensayo / mayo 6, 2019

Lumen, 2009. 268 páginas. Tit. Or. Lessico famigliare. Trad. Mercedes Corral. Léxico familiar son todas esas expresiones únicas que funcionan tanto como chistes privados como elementos de enorme capaz evocadora, capaces de volvernos niños en un momento sentados otra vez en el comedor familiar. Son las pequeñas historias que transcurren en la intimidad de la familia y que tanto significan para nosotros aunque las creamos olvidadas. La autora hace un retrato de su familia en su niñez y juventud, haciendo hincapié en esas particularidades de sus padres y hermanos, sin inventar nada (afirma que, cada vez que tenía tentaciones de fabular, de redondear la narrativa, las arrancaba de cuajo). Por sus páginas se pasean personajes como Pavese o Einaudi, pero son personajes secundarios. El protagonista es la Familia, con mayúsculas. En lo particular se explica lo universal, si la prosa y el talento de la autora lo consiguen. Es el caso de este libro, que te atrapa como la mejor de las ficciones, porque no es difícil de imaginar a ese padre gritando ¡Cataplasma! ante un libro que no entiende, o a sea madre tan echada para alante que no tiene tiempo de sentarse a llorar por el pasado perdido….