Lorenzo Silva. La sustancia interior.
Novela / abril 16, 2014

Destino, 1999. 420 páginas. Catedral metafísica Me lo encontré de intercambio y como Lorenzo Silva no me desagrada, me lo llevé para casa. La mención en la contraportada de la construcción de una catedral me tiró un poco para atrás, pero no tine nada que ver con pestiños como los pilares de la tierra, y sí más con Kafka o Buzzati. Un artista llega a la catedral para encargarse de la sillería del coro. Pero no es una catedral al uso: esconde un entramado de intrigas entre los que construyen la obra, los canónigos encargados de administrar la construcción y una extraña mujer. A veces el tema le viene un poco grande, y algunos diálogos que pretenden ser profundos suenan algo ridículos. Pero en general sale airoso y se deja leer sin aspavientos. Calificación: Regular. Extracto:[-] Si no causas problemas, peor o mejor, te dejan vivir. No sé de marcas como la que dices tener. Sí he visto llorar a los hombres más insolentes, cuando se los llevaban los guardias. No me atrevo a figurarme cómo lloraron después. —Yo no lloraré cuando me lleven. Estoy preparado. Hace días que los espero. —¿Y después? —No soy un héroe. Haré lo que…

Lorenzo Silva. Nadie vale más que otro.
Cuentos / agosto 19, 2012

Destino, 2006. 216 páginas. No sé dónde lo compré, y además creo que ya lo había leído, pero como relectura veraniega ha cumplido su misión. Cuatro relatos ambientados también en verano que a pesar de su rápida resolución incluyen todos los elementos de una buena historia. Llevan o siguientes títulos: Un asunto rutinario Un asunto familiar Un asunto conyugal Un asunto vecinal Mi preferido el tercero, donde un crimen aparentemente de género se resuelve de una manera tan rápida como inesperada. La intervención de la mafia del este en el cuarto ayudando a resolver el crimen de un ecuatoriano también me ha gustado. Se me olvidaba decir -aunque para muchos esté de más- que los protagonistas son los guardia civiles Bevilacqua y Chamorro. El primero, psicólogo, dice en un momento: […]hacer el comentario tópico sobre la gente que decide estudiar Psicología. – Es así. La mitad estamos pirados al entrar. Y la otra mitad, al salir.[…] Otro fragmento que me viene bien a estas edades: […]El buen Dios, que hace lobos asesinos, también ha de hacer perros policías como nosotros. El buen Dios tiende a preferir las cosas simétricas. -¿Eres teólogo, ahora? – No, Virginia. Me falta poco para los…

Lorenzo Silva. El alquimista impaciente.
Novela / junio 9, 2010

Planeta-DeAgostini, 2000. 282 páginas. Buscando a la víctima No es la primera vez que hablo aquí de Lorenzo Silva. Me metió el gusanillo JJ y mi hermano acabó de rematarlo regalándome dos libros suyos. Éste se lo he robado a mi suegra. Ha aparecido un cadaver sin violencia en un hotel de carretera, en una postura comprometida. No se sabe si ha sido una muerte accidental en un juego sexual o si se trata de un asesinato. El muerto trabajaba en una central nuclear de las cercanías. Desvelar este misterio requerirá de la paciencia de los alquimistas. De momento este me parece el libro más redondo del autor y no es de extrañar que se haya realizado una adaptación cinematográfica. La historia engancha y la resolución es original sin ser rebuscada, algo que le va muy bien a la pareja de protagonistas. Pueden leer un análisis más denso aquí, El alquimista impaciente. Descárgalo gratis: Silva, Lorenzo – El Alquimista Impaciente.pdf (Te hará falta el programa EMule) Extracto:[-] Aquel mediodía nos reunimos a comer con Marche-na y su gente. El almuerzo, en la propia casa-cuartel, lo aprovechamos para ponernos recíprocamente al corriente de nuestros respectivos avances, suponiendo que merecieran tan benévolo…

Lorenzo Silva. La reina sin espejo.
Novela / noviembre 9, 2007

Ediciones Destino, 2006. 383 páginas. Barcelona policial Seguimos con el sargento Bevilacqua y la cabo Chamorro, gracias tato por los regalos. En esta ocasión tienen que encargarse del asesinato de una mujer que han encontrado apuñalada en un pueblo de Zaragoza. La víctima es una conocida periodista casada con un famoso escritor catalán. Deberán ir a Barcelona para poder encontrar la solución del caso. Como en otras obras con estos protagonistas la trama gira alrededor de los cuerpos policiales. La ubicación geográfica da pie para hablar de los problemas del despliegue de los mozos de escuadra en Cataluña. Aunque madrileño, el autor es bastante diplomático con los temas del idioma. Algo de sensatez y sentido común siempre es de agradecer. Me está gustando la serie, aunque a veces el lado psicológico de Bevilacqua me parezca un poco artificial. Todavía me queda otro libro por reseñas -aunque debo confesar que no lo encuentro. Y tengo ganas de hincarle el diente a El alquimista impaciente. Escuchando: Nobody Move Nobody Get Hurt. We Are Scientists. Extracto:[-] —¿Estás haciendo proselitismo? —se burló Robles. —No, yo no me he apuntado. Pero tal vez lo acabe haciendo. Hay que reconocer que se han fajado y han…

Lorenzo Silva. El lejano país de los estanques.
Novela / octubre 26, 2007

Ediciones Destino, 2006. 288 páginas. El primer caso del sargento Bevilacqua Como JJ es un fan de Lorenzo Silva ya comenté por aquí La flaqueza del bolchevique, que me gustó pero no como para tirar cohetes. Debería haber empezado con las novelas de Bevilacqua, porque la novela negra me tira más. Ahora es un personaje conocido, pero cuando Silva escribió este libro a Bevilacqua todavía le quedaba mucho por recorrer. Todos tenemos una primera vez, y para su debut literario nos encontramos con la muerte de una extranjera en una urbanización mallorquina. Acompañado por la entonces inexperta agente Chamorro deberán investigar en el mundo nocturno para descubrir quien está detrás del crimen. Porque como en toda buena novela policiaca, no todo es lo que parece. El acierto del autor estuvo en crear un detective castizo, miembro nada menos que de la Guardia Civil, y dotarle de la suficiente inteligencia y profundidad psicológica como para hacerlo atractivo. En este aspecto le debe mucho al Carvalho de Vázquez Montalbán, pero sin el cinismo ni el desengaño de aquel. Melancolías, las justas. Un eficiente pero particular agente del orden y una compañera atractiva que le hace de contrapeso. Mi hermano me lo regaló…