Javier Morales Ortiz. Ocho cuentos y medio.
Cuentos / abril 16, 2019

Baile del sol, 2014. 112 página. Incluye los siguientes cuentos: Profecías Nidos Más allá de la caverna Es trabajo, idiota, no es amor Final de verano Navidad Mosquitos Regreso a Sajalín Epílogo de Gonzalo Calcedo Caídos del cielo El medio cuento es el del epílogo de Calcedo y es, con mucho, el mejor del libro. No es la primera vez que recomiendo no incluir textos ajenos que te pueden dejar en vergüenza. Los dos primeros me han gustado, el resto son correctos pero no van a ninguna parte. Que no es que tengan que tener un desenlace (el de Calcedo no lo tiene y es magnífico) es que parece que no saben qué es lo que quieren contar. Se deja leer. De camino a Gator, el pueblo donde hemos alquilado la casa, mis padres hablan del cadáver. El murmullo de sus voces, el latido artificial del coche, me adormecen. Cuando despierto atravesamos un bosque de castaños y robles desnudos, pequeñas granjas al pie de la carretera, sinuosa y sin arcén, con algunos neveros en el talud teñidos por el barro y la hojarasca. Estamos a punto de llegar. La casa está en las afueras, un adosado de dos plantas, estrecho…

Marcelo Luján. Arder en el invierno.
Cuentos / enero 4, 2019

Baile del sol, 2010. 102 páginas. Tres partes de textos breves encabezados por una palabra que comienza por una letra consecutiva del alfabeto. Sin ninguna relación aparente entre sí salvo el ambiente poético del lenguaje. Textos muy trabajados, sugerentes, bastante intensos por momentos, que cuando me han alcanzado lo han hecho bien, pero que en muchas ocasiones han errado el blanco. En conjunto merece la pena porque hay textos muy buenos, pero otros se me han hecho largos. Recomendable, dejo muestras. 11. Kilómetros Habrá una desdicha cuando me llegue el día y tenga que sentarme a esperar: cuando me quede quieto por falta de combustible: sin pilas y fuera de borda. Mientras tanto viajo por los países pobres. Lluvias por la ventana cuyo vidrio se empaña con las bocanadas del sueño. Y viajo. Y avanzo. Recorro zonas marginales y voy descubriendo que ahí está la verdad. Qué delicia desenterrar lo invisible. Los pobres son los que le dan identidad a las regiones, a las banderas y a los escuditos rodeados de laureles municipales. Porque los ricos son iguales en todas partes, sean éstos de donde sean. Siempre. Usan las mismas marcas de ropa o zapatos y compran sus relojes en…