Roberto Bolaño. 2666. (VI)

enero 3, 2006

Editorial Anagrama, 2004. 1125 páginas.

Conclusión

No me asusta caer en el tópico, y repetir la opinión de Rodrigo Fresán:

no tiene mucho sentido leer sobre 2666; hay que leer 2666.

Pero si Rodrigo, pese a tal declaración de principios, siguió escribiendo, no veo porque yo no he de hacer lo mismo. Es difícil hablar de una obra tan buena. Cuando leí ‘Los detectives salvajes’ la juzgaba insuperable. Me equivocaba. La extensión de la obra parecía propiciar una calidad irregular. Volvía a equivocarme. Su carácter de inconclusa me hacía temer algún final abrupto. Errado de nuevo. Si se nota algo en falta es en la parte de Amalfitano, pero es una opinión personal.

He disfrutado todas y cada una de las páginas de 2666. Para poner la última cita sólo tuve que abrir el libro al azar y empezar a copiar. Confieso sin rebozo mi admiración por la calidad literaria de Bolaño, que me impactó con los detectives y que se supera en este libro.

Sueños, espejos, crímenes sin explicación, locura, misterio. El desierto de Sonora. Enumeraciones. Geometría. Algas. Y gente, mucha gente. En esta novela no hay personajes. Todos son reales. Hasta el mítico Archimboldi, al que empezamos a querer en la última parte. ¿Dónde aprendió Bolaño la palabra mágica que da vida al golem?

Las comparaciones con los detectives son inevitables. También aquella tenía vocación monumental. 2666 es una versión corregida y aumentada. Mejorada. Madurada. Completamente diferente. Si la primera fue una revelación ¿Dónde aprenderé yo palabras que puedan describir a la segunda?

Más que recomendable, imprescindible. Más que una lectura, toda una experiencia. ¿Suena exagerado? pues compruébenlo ustedes mismos. Claro que no todos opinan lo mismo; aquí tienen un punto de vista opuesto.

La literatura es contingente. Si Einstein no hubiera descubierto la teoría de la relatividad, lo hubiera hecho algún otro. Pero si Cervantes hubiera muerto en Lepanto, no habría nada parecido al ‘Quijote’. Si Max Brod hubiera hecho caso a Kafka, nadie hubiera descrito su particular angustia. Nuestro mundo sería un poco más gris, y lo que es peor, ni siquiera nos enteraríamos. Con la prematura muerte de Bolaño, nunca sabremos que es lo que hemos perdido.

9 comentarios

  • Cris enero 4, 2006en1:08 pm

    Hum… ¿no habías puesto un acertijo la otra vez que salió esta reseña por entregas…? Por cierto, aún no me he leído nada de Bolaño, qué vergüenza…

  • vere enero 5, 2006en10:08 pm

    Estoy contigo en que hay que leerlo, tanto com 2006 como los detectives son un disfrute, te hace sentir próximo, uno de ellos.

  • Palimp enero 7, 2006en11:16 pm

    Sí, puse un acertijo la otra vez pero no tenía sentido repetirlo ¿no?

  • Lafourcade mayo 3, 2006en6:58 am

    Ambos textos son excelentes.. ninguno es mejor que el otro. Da miedo la extensión de «2666» pero leíble en menos de dos semanas, por lo entretenido. El año pasado Poli Délano, en la Feria del Libro de Talca, dijo que a las obras de Bolaño le sobraban por lo menos 200 páginas, no saben lo que me indignó el comentario, en plena charla no me atreví a increparlo (sufro de «parálisis linguística») pero una vez finalizada le dije que Bolaño era el mejor escritor que ha engendrado y perdido Chile (Nunca he leído a Délano, ¿alguien puede dar alguna referencia?). ¿Han visto la entrevista en canal 13 cable»? dan ganas de llorar, no tanto por la calidad de la entrevista, sino más bien por todos aquellos que conocimos a Bolaño postumamente y que necesitabamos un testimonio visual que nos aproximara a su figura. (dan ganas de fumar) Además en la entrevista Bolaño recomienda algunos autores imperdibles. Un abrazo.

  • Palimp mayo 4, 2006en8:07 pm

    Ahora parece estar de moda denigrar a Bolaño, cuando su calidad es indudable.

  • paula enero 10, 2007en4:57 am

    “Más que una lectura, toda una experiencia“

    Leí esa frase y me sentí identificada. Hace 2 días que termine su lectura, que fue lenta, con intermedios para otros libros, necesitaba digerirla, y ahora tengo la sensación de andar un poco atontada, con el libro completo llenando mi cabeza.

    Su lectura me impone un acertijo, o es su respuesta, una respuiesta que al parecer yo buscaba hace tiempo, pero no sé a qué pregunta.
    ¿Sobre la concepción de la globalización como un discurso hegemónico de las multinacionales t los medios de comunicación de masas? ¿Sobre los caminos de la literatura del siglo XX? ¿Sobre la escencia del ser humano y su historia?

    No lo sé, pero necesito compartilo

  • Palimp enero 11, 2007en12:52 pm

    Supongo que esa es la función del arte; proporcionar preguntas y respuestas, hacernos reflexionar, experimentar.

    ¿Qué quería responder Bolaño? Probablemente la tercera que apuntas: la esencia del ser humano.

  • Fran abril 21, 2009en6:34 pm

    Casi he terminado la obra y eso mismo es lo que le ocurre a la/s novela/s. La pericia narrativa de Bolaño es innegable. Pero falta una vuelta de tuerca que la constituya en obra maestra.

    Creo que el principal mérito de la obra es la soltura y agilidad expresiva que permite leer las historias de un tirón; con suavidad. Muy apreciable además la facundia imaginativa del autor en este/os libro/os.

    La dificultad o carencia estriba en que las diferentes partes no llegan a tener un corazón común; una columna vertebral y vertebrada que sustente las distintas historias.

    Francisco Planchuelo

  • Palimp abril 22, 2009en4:41 pm

    Gracias por tu opinión. Personalmente discrepo; creo que existe un hilo conductor entre los cinco libros.

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