La ley Sinde: el regreso

enero 29, 2011

Se veía venir. Parece que el consenso entre PSOE y PP sacará la famosa ley Sinde adelante. Una ley, recordemos, impuesta por la industria de Estados Unidos.

La red está llena de textos, casi siempre críticos -y los que no lo son andan un poco confundidos. Hay mucha demagogia, mucho ruido y mucha caricaturización entre bandos. Ni los internautas son una banda de piratas que lo quieren todo gratis ni los creadores son como Alejandro Sanz, forrados hasta las cejas y comparándose con los niños africanos.

Lo confieso: yo, como casi todo el mundo, descargo cosas. Cada vez menos, porque prácticamente todo lo que me interesa es gratis. Porque en este mundo en el que vivimos hay pocas cosas que podemos conseguir sin pagar, y una de ellas es la cultura. Bibliotecas, libros libres de derechos, televisiones que ponen películas con publicidad pero que no pagamos, radios -ahora casi todas con podcast que te puedes bajar y escuchar cuando quieras- y multitud de recursos (wikipedia, Fundación March, Ted Talks, miles de bitácoras con buen contenido…). No solo la cultura, sino el entretenimiento -que es realmente lo que se reclama- puede conseguirse gratis.

Por eso considero que no es ético descargarse cosas. Los creadores deberían poder ganarse la vida con su trabajo. Leo entradas como esta:

Otro creador

Y entiendo perfectamente que haya gente que tenga miedo a tener que dedicarse a otro trabajo. Sin embargo me gustaría añadir que hay pocas cifras oficiales y contrastadas del daño que las descargas están haciendo a la industria. Los músicos siguen haciendo conciertos, la SGAE cobra un dineral por el canon y hay sectores, como el del libro, que están sufriendo una crisis tremenda antes de las descargas, porque aquí el libro electrónico lo tienen todavía cuatro gatos. Ya hay creadores que opinan lo contrario:

La piratería no existe

Hay soluciones que irán apareciendo. Ya hay algunas: iTunes se está forrando vendiendo canciones a esos usuarios que quieren todo gratis y Spotify te permite escuchar lo que quieras por un módico precio -o gratis con publicidad. En Estados Unidos Netflix te permite ver lo que quieras pagando una cuota mensual irrisoria.

Ese es el camino, porque ninguna ley va a hacernos retroceder a los tiempos pre-internet. Aunque consiguieran su propósito, y no lo van a conseguir, aunque nadie en el mundo pudiera descargar ni un archivo y todo se tendría que pagar las posibilidades del formato electrónico haría que la gente se pasara los archivos de unos a otros. Desde que soy padre me han pasado cinco veces los Cantajuegos (sin yo pedirlas). Mejor que yo lo dice Raúl Salazar:

Cosas que jamás pasarán por mucha ley Sinde que se apruebe

Lo que me molesta de la ley Sinde es que se pueden cerrar páginas con poca -o nula- intervención de un juez. Podría cerrarse esta página si consideran que los enlaces que he puesto de libros vulneran la ley. Primero me la cerrarían y luego tendría yo que demostrar que soy inocente. Bueno, en realidad no podría pasar esto porque esta página no está alojada en España. Me libro. Y todas las páginas que quieren cerrar.

Si quieren una buena colección de enlaces la pueden encontrar aquí (incluyendo referencias a Alex de la Iglesia):

Más ley Sinde

Y una buena cita de mi admirado Carlo Frabetti, que está en otro contexto pero es muy aplicable aquí:

Quienes intentan convertir la cultura en un supermercado o una subasta, atentan directamente contra la salud y las posibilidades de crecimiento del árbol de la ciencia. Al intentar convertirlo en un domesticado bonsái, ponen en grave peligro incluso la producción de esos frutos comercializables que tanto les preocupa.

Para acabar un vídeo que hace pensar:

Si tal máquina fuera posible ¿no la consideraríamos una bendición? Pues eso.

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