Kike Turrón y Kike Babas. Tremendo delirio.

febrero 20, 2018

Kike Turrón y Kike Babas, Tremendo delirio
Zona de obras, 2002. 192 páginas.

Siempre he dicho que nostalgia, la justa. Cualquier tiempo pasado fue anterior y hay que mirar p’alante, que vienen curvas. Pero de vez en cuando nos podemos permitir el lujo del suspiro por la juventud perdida, sobre todo al escuchar ciertas canciones que nos transportan de inmediato a ciertos momentos de nuestra vida de una manera tan clara, que parece que fueron ayer.

Un grupo que es capaz de hacer corear a la gente consignas filosóficas como ‘¿Quiénes somos, de dónde venimos a dónde vamos?’ y de mezclar en sus letras la alta y la baja cultura, siempre con inteligencia y mala leche, es algo a tener en cuenta. Más en estos tiempos de glorificación de lo banal. Ojo, que a mí también me gusta perrear y bailar el paquito chocolatero, pero no sólo.

El libro nos permite, mediante una larga charla con Julián Hernández, echar un vistazo a la trastienda del grupo. Desde sus primeros orígenes hasta el momento de la publicación del libro. Sin excesivo cotilleo, aportando datos interesantes, y haciendo un recorrido por una discografía que ¡Ay! no sólo me recuerda mi mocedad; también me recuerda lo viejo que uno va siendo.

Hubo con este disco una anécdota curiosa con los Enemigos.
Era que quien antes llegase a disco de oro pagaba una fiesta por todo lo alto con putas y champán… llegamos nosotros y nunca la hemos pagado. La verdad es que mucha actitud roquera y machista y luego somos unos benditos de dios. Hoteles sin destrozar, orgías inexistentes… Fue una coña en un momento cafre, un chiste cojonudo que nos sirvió para contarlo en todas partes.
El mismísimo Kike Turmix se canta el Honky Tonk rollingstoniano con vosotros en el disco.
Cambiamos del stoniano Honky Tonk Women a Honky Tonk Men. Estábamos en las sesiones de grabación y aparecieron por allí Kike Turmix y Mike Sobieski y nos preguntaron si les dejábamos tocar en una canción.. Yo hice la letra y la grabamos, el Sobieski cogió allí todos los amplis y los subió a tope. Sobieski me encanta, es un hijo de puta, un gran guitarrista. Yo al lado de Sobieski no toco, no con esa ruidera, es único, un sonido espectacular.
Con este disco el merchandising de Siniestro se hace muy popular.
Ya había funcionado con Ante todo mucha calma, era una idea de Pepo Fuentes. Fuimos a la televisión gallega cuando el Bailaré sobre tu tumba para hacer un play-back y sabíamos que iba a haber marrón, entonces Pepo tiró unas camisetas donde ponía Ante todo mucha calma, nada más, y nos las pusimos para grabar esa tele. Los cámaras se descojonaron vivos. Aun así tuvimos marrones con el realizador, porque le decía a Torrado: «Tío, quédate quieto en tu sitio». Y Alberto contestaba: «Vamos a ver, si usted retransmite un partido de fútbol, ¿le dice al defensa que vaya por la banda cerca del anuncio de Danone? ¡Irá por donde le dé la gana, digo yo! Pues yo, lo mismo». Irrebatible.


Ya que estamos, hablemos de Ilegales, Jorge tiene ese punto en sus letras.
Jorge es un ejemplo de tío culto de cojones, cafre de cojonés y que escribe de la hostia. Esas letras no se hacen de casualidad, a él le gustan los clásicos, es que-vediano militante. Le conocí nada más irse Germán, en Ponteareas, cerca de Vigo, tocábamos con ellos y yo ya había oído su disco. Jorge entró en los camerinos y fue espectacular: un tío grande pegando unos gritos de la hostia, nosotros que éramos solo los tres, con esa inseguridad… el tío llega coge una botella de ginebra con tapón no rellenable, nos saluda y ¡pías! le pega una hostia contra la pared, la rompe y glub, glub, bebe… al día siguiente quedamos para tomar un café antes de que se fueran a Asturias y recuerdo perfectamente que me dijo: «Mira, tío, tocáis como el puto culo» -porque no se corta para decir lo que piensa- «pero hay que aprender a tocar bien porque si no viene gente como Danza Invisible y nos ganan y no puede ser: hay que tocar tan bien como ellos y encima seguir siendo lo cafres que somos».
A partir de ese día nos llevamos muy bien y así hasta hoy. Con ellos hubo una cierta historia paralela que va a misa. Nosotros caímos mejor en Madrid que Ilegales, porque Jorge era más borde con todo dios, nosotros éramos como más amables, «galleguitos»… Él metió de hostias a todo dios, a Gabinete les puso bien, es mejor ser su amigo que no serlo, pero no por nada, sino porque merece la pena, se pueden pillar un montón de cosas de él, tiene un montón de recursos, pasa una información extra y añadida que no tienen muchos músicos de rock. Recuerdo un día una comida en Santiago de Compostela Ilegales/Siniestro Total. Era por un playback de televisión, ellos probaban por la mañana y ya les habían echado por que Jorge dijo que si no le daban una botella de Johnny Waiker él no tocaba esa mierda de play back… nos fuimos a comer todos juntos, ellos eran ciento y la ma-

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