Gabriel García Márquez. El Amor en los tiempos del cólera.

septiembre 4, 2008

Editorial RBA, 2005. 440 páginas.

Gabriel García Márquez, El Amor en los tiempos del cólera
Amor hasta el final

Escribo esta reseña coincidiendo con el estreno de la película basada en el libro. No la he visto, pero todas las críticas que he leído la tachan de nefanda. El libro, sin embargo, cosecha buenas críticas en la red. La última que he leído, de Elena, la pueden leer aquí: El amor en los tiempos del cólera.

La historia es simple: Florentino se enamora de Fermina e insiste hasta ser correspondido. Al intentar estropear el romance con un viaje, el padre de Fermina lo único que consigue es avivarlo. Pero cuando los amantes se reunen de nuevo Fermina se da cuenta de que en realidad no quiere a Florentino. Fermina se casa con el médico Juvenal Urbino y Florentino, despechado, sigue enamorado aunque mantiene amores clandestinos con muchas mujeres. La muerte de Juvenal parece abrirle de nuevo la oportunidad de recobrar el amor de Fermina. Más detalles sobre el argumento en la entrada de la wikipedia: El amor en los tiempos del cólera

Todo libro tiene que encontrar a su lector y yo no soy el de este libro. No me ha gustado nada. Hay páginas muy buenas e historias sabrosas, pero el conjunto me parece forzado e incongruente, amén de poco creíble. Bajo su responsaiblidad.

Escuchando: Water. Blonde Redhead.


Extracto:[-]

Ella le dio más argumentos hasta el final de la visita. No iría al entierro, pues así se lo había prometido al amante, aunque el doctor Urbino creyó entender lo contrario en un párrafo de la carta. No iba a derramar una lágrima, no iba a malgastar el resto de sus años cocinándose a fuego lento en el caldo de larvas de la memoria, no iba a sepultarse en vida a coser su mortaja dentro de estas cuatro paredes como era tan bien visto que lo hicieran las viudas nativas. Pensaba vender la casa de Jeremiah de Saint Amour, que desde ahora era suya con todo lo que tenía dentro según estaba dispuesto en la carta, y seguiría viviendo como siempre y sin quejarse de nada en este moridero de pobres donde había sido feliz.

Aquella frase persiguió al doctor Juvenal Urbino en el camino de regreso a su casa: “Este moridero de pobres”. No era una calificación gratuita. Pues la ciudad, la suya, seguía siendo igual al margen del tiempo: la misma ciudad ardiente y árida de sus terrores nocturnos y los placeres solitarios de la pubertad, donde se oxidaban las flores y se corrompía la sal, y a la cual no le había ocurrido nada en cuatro siglos, salvo el envejecer despacio entre laureles marchitos y ciénagas podridas. En invierno, unos aguaceros instantáneos y arrasadores desbordaban las letrinas y convertían las calles en lodazales nauseabundos. En verano, un polvo invisible, áspero como de tiza al rojo vivo, se metía hasta por los resquicios más protegidos de la imaginación, alborotado por unos vientos locos que desentechaban casas y se llevaban a los niños por los aires. Los sábados, la pobrería mulata abandonaba en tumulto los ranchos de cartones y latón de las orillas de las ciénagas, con sus animales domésticos y sus trastos de comer y beber, y se tomaban en un asalto de júbilo las playas pedregosas del sector colonial. Algunos, entre los más viejos, llevaban hasta hacía pocos años la marca real de los esclavos, impresa con hierros candentes en el pecho. Durante el fin de semana bailaban sin demencia, se emborrachaban a muerte con alcoholes de alambiques caseros, hacían amores libres entre los matorrales de icaco, y a la media noche del domingo desbarataban sus propios fandangos con trifulcas sangrientas de todos contra todos. Era la misma muchedumbre impetuosa que el resto de la semana se infiltraba en las plazas y callejuelas de los barrios antiguos, con ventorrillos de cuanto fuera posible comprar y vender, y le infundían a la ciudad muerta un frenesí de feria humana olorosa a pescado frito: una vida nueva.

La independencia del dominio español, y luego la abolición de la esclavitud, precipitaron el estado de decadencia honorable en que nació y creció el doctor Juvenal Urbino. Las grandes familias de antaño se hundían en silencio dentro de sus alcázares desguarnecidos. En los vericuetos de las calles adoquinadas que tan eficaces habían sido en sorpresas de guerras y desembarcos de bucaneros, la maleza se descolgaba por los balcones y abría grietas en los muros de cal y canto aun en las mansiones mejor tenidas, y la única señal viva a las dos de la tarde eran los lánguidos ejercicios de piano en la penumbra de la siesta. Adentro, en los frescos dormitorios saturados de incienso, las mujeres se guardaban del sol como de un contagio indigno, y aun en las misas de madrugada se tapaban la cara con la mantilla. Sus amores eran lentos y difíciles, perturbados a menudo por presagios siniestros, y la vida les parecía interminable. Al anochecer, en el instante opresivo del tránsito, se alzaba de las ciénagas una tormenta de zancudos carniceros, y una tierna vaharada de mierda humana, cálida y triste, revolvía en el fondo del alma la certidumbre de la muerte.

11 comentarios

  • Gonzalo Barr septiembre 4, 2008en3:45 pm

    Todo escritor tiene su favorito entre los libros que ha escrito. Dicen que el de García Márquez es este.

    Hace más de 22 años leí la novela. Vivía en una isla del caribe cuando salió y creó un furor. Hasta hace poco tuve buenos recuerdos de la novela. Entonces cedí y ví la película. Ahora esos recuerdos estan contaminados por otros de la película, que tenía mucho en comun con una novelita de Corín Tellado.

  • Hector1564 septiembre 4, 2008en4:00 pm

    Hola,

    Es una gran novela donde sobresale, por encima de todo, el lirismo de la prosa que es lo que hay que saborear del libro.

    Sobre su verosimilitud, si mal no recuerdo, en un documental sobre Gabriel García Marquéz, ¿La escritura embrujada era el titulo?, éste decía que estaba basado en hechos reales. Sus padres, creo.

    Saludos

  • Palimp septiembre 5, 2008en10:58 am

    Será el favorito de García Márquez, pero a mí es el que menos me ha gustado de los suyos. No creo que llegue a ver la película; si no me gustó el libro y la película es peor, no veo razones.

    Hector1564, ya digo que hay páginas buenas, y de buena prosa -aunque no todo el libro lo es. Pero como novela no terminó de convencerme.

  • Capitan Nombrete septiembre 5, 2008en3:11 pm

    Yo personalmente creo que es una obra magnífica. Es una novela más compacta que la celebrada 100 años…

  • Palimp septiembre 7, 2008en7:41 pm

    Por eso digo que todo libro tiene que encontrar a su lector… a mí no me pareció gran cosa.

  • pvor septiembre 18, 2008en12:45 pm

    Coincido con Palimp. No me gustó cuando la leí. Y lamento escribir esto, pues García Márquez es uno de mis escritores favoritos, pero esta me pareció, y me sigue pareciendo, su peor novela.
    Obviamente, la prosa es buena, lenguaje poético y mucho lirismo, etc. Pero la historia me pareció inconsistente e inverosímil, amén de un tanto cansina por lo repetición continua de la obsesión de Florentino con Fermina. Me acabó cansando, y eso suele ser mala señal.
    Lo de las adaptaciones cinematográficas suele ser de pena. Normalmente si un libro me gusta me niego a ver la adaptación al cine, para evitar decepciones, y que me contaminen los recuerdos. Me gustó mucho, por ejemplo, la novela de Ishiguro «Los restos del día», y me negué en redondo a ver la adaptación que se hizo de la misma. Cedí con «Panataleón y las visitadoras», y me encontré con una visión sesgada de la novela, que se quedaba en la anécdota (del sexo, por supuesto) y olvidaba los temas realmente importantes en los que se basa la narración.

  • Palimp septiembre 18, 2008en1:32 pm

    ¡Uf! ¡Menos mal! Ya pensaba que estaba sólo. La obsesión de Florentino mientras lleva ua vida de crápula no es muy creíble que digamos. El libro da la impresión de un cajón de sastre de historias metidas con calzador en pocos personajes.

  • nett octubre 21, 2008en10:41 pm

    Los comentarios negativos de Palim y pvor , me parecen tontos, no sé siserán tipos o tipas, pero en fin , son de los cortados con la misma tijera: aburridos y de esos que no encajan en ninguna parte ¿no es así?
    En fin, la obra es magistral, por algo el autor e UN PREMIO NOBEL DE LITERATURA. NADA MÁS.

  • Palimp octubre 26, 2008en2:53 pm

    Pues va a ser que no. Sus suposiciones van bastante desencaminadas.

    Buen silogismo, si el autor es un premio Nobel la obra tiene que ser magistral. Lamento informarle de que también los premios Nobel escriben malos textos.

  • MJ octubre 30, 2011en10:34 pm

    A mí sí me gusto. Un hombre eternamente enamorado de una mujer, y un final inesperado y extraordinario.

  • Palimp noviembre 1, 2011en6:19 pm

    Gracias por tu opinión.

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