Adios, maestro

marzo 2, 2009

Ayer por la noche leía la noticia: Pepe Rubianes ha muerto. Era fiel seguidor de sus espectáculos, pero la noticia me ha dolido como cuando se va alguien querido. Era un cómico de altura, con un talento innato que no se aprende; o se tiene o no se tiene. Los escenarios de este país se han quedado sin un maestro.

Adiós al actor que habló con la verdad y atacó la hipocresía

Cejas arqueadas sobre risotadas amplias y sinceras, algún taco, algún improperio, un grito… y pantalón y camisa o camiseta negros. Era todo lo que necesitaba Rubianes sobre un escenario.[…]

Fallece a los 61 años el actor Pepe Rubianes

El actor Pepe Rubianes ha muerto esta mañana, a los 61 años de edad, víctima de un cáncer de pulmón que le apartó de los escenarios el pasado mes de abril. El actor, nacido en Villagarcía de Arousa (Pontevedra) pero afincado en Cataluña, ha fallecido en su casa.[…]

Pepe Rubianes, provocador actor de teatro, cine y televisión

Pero bueno, Pepiño… ¿no habíamos quedado en que no te ibas a morir, hombre? ¡Qué falta de formalidad! Eso ha sido un mal chiste, carallo. Debes quincocientas paellas y un océano de whiskys a tus incontables amigos, y dejas en la ruina, con la crisis que hay, al sector hostelero (facción nocturna) y a los empresarios teatrales de media Cataluña, y en la miseria radical y lechuza a todos los que íbamos (¡qué mal suena, de golpe, estar hablando de ti en pasado!) cada año a verte, a escucharte, a partirnos el pecho contigo, contaras lo que contases: los que habían probado medicina y repetían, los que dejaron de ir al teatro y regresaban, convencidos de que al fin iban a pasar un rato estupendo, y los matrimonios de orden que se escandalizaban ante tus barbaridades pero acababan riendo a carcajadas, y los jóvenes que no te conocían y descubrían a un hermano mayor, con ojos de megagolfo y sonrisa de conejo de Alicia, todavía más bestia y descreído que ellos.[…]

«Quiero reír hasta el final»

[…]A partir de aquel día Rubianes llevó una vida de jubilado con achaques, insólita para él. Dejó de escribir, de leer, de crear poemas, actividad que ejercía ocultamente y en la que ponía verdadera pasión. Además de acudir al hospital para recibir sus sesiones médicas, daba paseos todas las mañanas desde el barrio del Raval hasta la Barceloneta, comía frugalmente y, por la tarde, daba unas vueltecitas por el barrio antes de ir a casa de Lucila, donde se encontraba a los pocos amigos que veía.[…]

Artículo de Joan Barril: ‘Rubianes, en los cielos’

Joder, Pepe. No por saberlo de antemano has dejado de apretarme el cogote con tus manazas hasta que esa esponja de años dulces y de aguas saladas ha empezado a rezumar por los ojos cerrados. Han dicho la noticia por la radio del coche y he tenido que abrir las ventanas para encontrar tu voz en los bares de las gasolineras, en las ventanas de las cárceles y en los graznidos de los buitres, esas aves que limpian la naturaleza y que nos recuerdan que antes que ser rostros somos calavera.[…]

Rubianes, adiós al gran caradura

A ti no te callará ni Dios». Es la frase de una lectora enviada ayer a la edición digital de este periódico. A Pepe Rubianes le habría encantado; y seguramente es verdad: a ver quién iba a hacer callar al actor, lo más incontinente, deslenguado, descarado y gamberro que ha subido a un escenario en este país. Lo dicho: ni Dios. Su último papel, por cierto, habrá dejado las cosas claras allá arriba: ya enfermo, le puso la voz en off al mismísimo Sumo Hacedor en la versión de Tricicle de Spamalot, el musical de Monty Python que sigue en cartel (anoche el público aplaudió al oírlo en la función).

Montajes y espectáculos

3 comentarios

  • MeZKaL marzo 2, 2009en11:42 am

    Una pena.

  • Palimp marzo 2, 2009en11:45 am

    Pero grande.

  • LetrasNegras marzo 2, 2009en5:24 pm

    Adiós, Pepe.

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