Carilda Oliver Labra. Antología poética.
Poesía / febrero 14, 2018

Visor, 1997. 130 páginas. El año 2017 me propuse leer más poesía y, en parte, lo he ido cumpliendo. En esta ocasión con esta excelente poeta cubana que -según acabo de descubrir en la wikipedia- cumplió 95 años en Julio. Poemas escritos desde dentro, que tratan del amor, del sexo, del deseo, de las relaciones familiares o el apego a la tierra. Algunos realmente hermosos. Por lo visto en su época tuvo fama de provocadora, pero leídos hoy en día, y desaparecida cualquier provocación, sólo queda su calidad y su sabor intenso. Recomendable. Cuento Yo era débil, rubia, poetisa, bien casada. Tenía deudas y una salud de panetela blanca. Hicimos una casa pobremente, muchas ventanas: para enseñar nuestros besos a las nubes, para que el sol entrara. La casa era tan bella que tú nunca dormías. Ya no eras abogado ni poliomielítico ni nada. Nunca dije: ¿cuándo vas a poner esa demanda? porque yo tampoco cocinaba. Fueron días como no quedan otros en las ramas. Yo me empeñaba en sembrar algo en el patio: tus gatos lo orinaban, pero era tan feliz que no podía decir malas palabras. Ay, una tarde… ( Septiembre tomó parte en la desgracia ), Ay,…

Antonio Orejudo. Los cinco y yo.
Novela / febrero 13, 2018

Tusquets, 2017. 254 páginas. El autor mezcla los recuerdos de su infancia con las lecturas de los cinco, el presente, su cambio de rumbo de escritor de izquierdas a inversionista en busca del beneficio, con una supuesta novela de Reig sobre los cinco de adultos, que a veces son trasuntos de ellos mismos de mayores. No es mala idea y no está mal ejecutada. Tiene algunas páginas brillantes y su lectura me ha tenido entretenido. Cuando hace sátira social no cae en los excesos maniqueos de aquel Menudo reparto que me horrorizó. Pero…. para que lo voy a negar, Orejudo es uno de mis escritores preferidos y este libro es, de largo, el peor que he leído de él. Me ha pasado como con aquel ¡Mio Cid! que partía de una buena idea pero con un desarrollo muy flojo. Este libro, escrito por alguien desconocido, me hubiera hecho gracia. Pero yo esperaba más. Aún así, se puede recomendar. —Ahora es el turno de Toni —dijo Ismael. Yo había escrito lo que quería decir, para que no se me olvidara nada: «Te engañé», leí, «para que fueras feliz, para que siguieras creyendo que te habías casado con un hombre virtuoso. Me…

Lafcadio Hearn. Fantasmas de la China y del Japón.
Cuentos / febrero 12, 2018

Espuela de plata, 2011. 204 páginas. Recopilación de relatos de china y japón (el libro es una especie de selección de tres compilaciones del autor). Algunos tienen el sabor típico de los cuentos populares de tradición oral, con sus pruebas de superación sus números mágicos. Otros tocan temas más sobrenaturales (sobre todo los de Japón). Algunos -pocos- no me han parecido gran cosa, pero el resto están muy bien y hay algunos realmente memorables. El conjunto merece la pena. Recomendable. MUJINA En la carretera de Akasaka, cerca de Tokio, existe una costa llamada «Kü-no-kuni-zaka«, o sea, «la costa de la provincia de Kü». Bordéala un antiquísimo y profundo barranco cuyas verdegueantes pendientes trepan hacia los jardines y los altos muros de un palacio imperial. Mucho antes de la era de los farolillos y de los «jiníishkas» esta zona quedaba absolutamente desierta desde el anochecer… Los caminantes que se retrasaban preferían hacer un gran rodeo antes que trepar solos después de la puesta del sol la costa de la provincia de Kü. Huían de la costa atemorizados por un «mujina» que se paseaba por ella… El último hombre que vio al «mujina» fue un viejo mercader del barrio de Kyóbashi, muerto…

Javier Gutiérrez. Un buen chico.
Novela / febrero 9, 2018

Mondadori, 2012. 140 páginas. Un encuentro casual devuelve al protagonista el recuerdo de un pasado que creía olvidado. Lo que en apariencia era la historia fallida de un grupo indie esconde unos asuntos bastante turbios. Porque las apariencias engañan y los que parecen ser unos buenos chicos resultan no serlo tanto. El estilo fragmentario hace que la trama se vaya revelando poco a poco. El narrador no es fiable ni siquiera cuando se desnuda delante del psicólogo, pero al final del relato tenemos todas las piezas del puzzle. Un asunto muy bien tratado, también muy bien escrito, aunque la obsesiva repetición de los motivos en algunas ocasiones me resultó cargante. Pero consigue su propósito. Muy recomendable. Te lo dije, Chino, te dije que cantaba de puta madre. ¿Normal?, el psicólogo niega con la cabeza, ¿de verdad crees que todo esto que me has contado es normal? No, no lo sé, Gabi, ni siquiera yo soy capaz de entenderlo, mi amor, me asusta ver el mundo como una pasta informe, como un puré que se enfría, no consigo ver más que monotonía, la miras, sus ojos azules como esferas de mercurio, el espejo de tu desolación. Ven aquí, deja que te…

Félix J. Velando. Te vas a reir cuando te lo cuente.
Cuentos / febrero 8, 2018

La página, 2012. 126 páginas. Incluye los siguientes relatos: Una noche en la tele Mi vida con Elvis Pezones Obituario de Sifrig Rosenberg [1945 – ) Mejor que no te cruces con Propp, Septiembre y las medusas El bronceado perfecto El candidato Panda Fever Ácidos y desmadrados, desde el primero, inspirado en aquellas tertulias que perpetraba Sánchez Dragó, hasta el último, donde el regalo de un panda que resulta ser homosexual lleva a una escalada de conflictos entre España y China. En general muy divertidos, los mejores los protagonizados por Peralada, trasunto poco disimulado del escritor de Prada. Pezones, donde se dedica a buscar los primeros ejemplares de su obra de juventud y El bronceado perfecto donde impulsa una prohibición de nudismo que acaba provocando una batalla campal entre ingleses borrachos y policías que se resuelve de una manera muy original. Para echar unas buenas risas. Satisfecho por su artículo, le dio a enviar sin releerlo y cogió la ropa que había rescatado del trastero. Los pantalones le quedaban muy grandes pues desde su adolescencia había perdido entre veinte y treinta kilos. (No lo sabía con exactitud porque la báscula de la casa familiar sólo llegaba hasta los ciento veinte…