Arkadi y Boris Strugatski. Stalker.
Ci-Fi / septiembre 20, 2016

Gigamesh , 2015. 192 páginas. Trad. Raquel Marqués. Algún relato de baja calidad o mala traducción había leído de los Strugatski y los había dejado de lado. Pero tanto y bueno se hablaba en la red de este Stalker que dejé de lado prejucios. Menos mal. Mucho se ha escrito sobre los primeros contactos, pero poco tan original. Los extraterrestres han visitado la tierra, sí, pero nos han ignorado por completo. Pero los puntos de contacto ha quedado modificados: las llamadas Zonas son sitios peligrosos en los que se pueden encontrar restos de tecnología alienígena pero también trampas mortales. Hay investigación internacional, pero también personas individuales, los stalkers, que se arriesgan a entrar por su cuenta en las Zonas para vender lo que puedan encontrar. Centrado por completo en el efecto que tiene la disrupción en el entorno y en lo duro que puede ser la vida para un stalker el único fallo que le he encontrado a la novela es que se hace corta. Historia muy bien construída y sugerente. Mira, en aquella casa de ladrillo vivía nuestro maestro de aritmética, ese al que llamábamos el Coma. Era un pelmazo y un infeliz. Su segunda mujer lo dejó justo…