Víctor Guijarro Mora y Leonor González de la Lastra. La quimera del autómata matemático.
Ensayo / julio 16, 2012

Cátedra, 2010. 398 páginas. Vivimos en una época dominada por los ordenadores. Están leyendo esta entrada en uno, normal o camuflado bajo la etiqueta de tablet o smartphone. Pero la obsesión por construir máquinas capaces de calcular viene de antiguo, y en este libro se ofrece un panorama extenso e intenso de la historia de los autómatas mecánicos. El avance de la ciencia necesitaba de cálculos precisos, y una vez introducidos los números arábigos y descubiertos los logaritmos y tablas de calcular más de uno tuvo la idea de mecanizar esos cálculos. Al fin y al cabo los autómatas mecánicos y los relojes ya existían. Pero no sería tarea fácil; un reloj puede atrasar, pero una máquina aritmética tiene que ser precisa. Lo peor, la competencia humana. ¿Quién se va a gastar el dinero en una máquina cara con tendencia a estropearse con facilidad cuando unos cuantos calculadores pueden hacer el mismo trabajo con mucho menos coste? Como curiosidad, en algunos casos fueron peluqueras reconvertidas: Para su desarrollo De Prony organizó a los calculadores en tres grupos: por un lado, cuatro o cinco prestigiosos matemáticos franceses definirían el problema y decidirían las fórmulas a emplear; otros siete u ocho matemáticos…

Miguel de Unamuno. Abel Sánchez.
Novela / julio 15, 2012

Editorial RBA, 2005. 140 páginas. Envidia fraticida Después de leer los cuentos empiezo a picotear las novelas de Unamuno. El esclavo lector me obliga a este Abel Sánchez, trasunto moderno de la historia bíbilica de Caín y Abel. Éste último, consumido por una envidia irracional y feroz, vivirá amargado toda su vida. Encontrarán un buen resumen en la wikipedia: Abel Sánchez, dónde hay una excelente interpretación del simbolismo de la historia, incluyendo los nombres de los protagonistas (así Helena será la mujer de la discordia y Antonia -cuyo significado es digna de elogio- será la mujer que consuele al envidioso protagonista. Que me perdonen los entendidos, pero sigo pensando que muchas obras de Unamuno han envejecido mal, que pecan de ser de tesis y que si bien plantean preguntas profundas la prosa a veces es un pelín folletinesca. En este caso ridiculiza el pecado capital de los españoles: la envidia. Pese a mis críticas me gusta leerlo; incluso para un obtuso como yo sus defectos no son tan grandes como para obstaculizar su lectura. Calificación: Bueno. Un día, un libro (318/365) Descárgalo gratis: Obras de Miguel de Unamuno Extracto:[-] ¡Pero no, no! Aquel acto heroico no le curó al pobre…

Virgina Woolf. Al faro.
Novela / julio 14, 2012

Seix Barral, 1984. 252 páginas. Tit. Or. To the Lighthouse. Trad. Antonio Marichalar. El paso del tiempo Soy un admirador de Virginia Woolf. A veces lees libros que te sacuden tanto que te dejan alelado; Las olas fue uno de ellos. Puse este libro en mi lista para una tertulia de Novelantes a la que no pude acudir, por desgracia. La trama es de difícil resumen, pueden leerla en su entrada de la wikipedia: Al faro, pero una enumeración de los hechos no da una imagen de la novela, es más lo que no pasa que lo que pasa, y el énfasis está en la calidad estética de la escritura, Lo primero que pensé cuando acabé el libro fue que si esto se había escrito en 1927, qué hacían tantos escritores de ahora haciendo el tonto. Porque si Virginia no fue tan experimental como Joyce, es innegable que le echa un pulso y está a la altura. Como en toda obra de la autora está la muerte planeando, hay una anticipAción de desgracias y una melancolía difícil de explicar porque los hechos que narran no deberían provocarla, pero ahí están. No hace medio año que lo he leído y ganas…

Fernando Martínez Laínez. Crímenes contados.
Cuentos / julio 13, 2012

Menoscuarto, 2006. 268 páginas. La editorial Menoscuarto se está convirtiendo para mí en sinónimo de calidad, así que no podía dejar pasar una antología de cuentos negros. Se incluyen los siguientes: Miguel Agustí – Buena suerte, Basuras Juan Bolea – La tumba de su mejor amigo Rafael Fuentes – Miruna Alicia Giménez Bartlett – La voz de la sangre Francisco González Ledesma – El tiempo en las ventanas José Luis Gracia Mosteo – Adán prefiere a la serpiente Julián Ibáñez – Cerdos Juan Madrid – Cosas que pasan Andreu Martín – Ahora vamos a hablar de Laura Fernando Martínez Laínez – Mirando al mar José Luis Muñoz – El inspector Manuel Quinto – Pornoduro (Un nuevo caso para Buenaventura País) Rafael Reig – Caso cerrado Una variedad encomiable, desde clásicos del género que demuestran su calidad (Ahora vamos a hablar de Laura) hasta los desvaríos mezcla de ciencia ficción, detectives y mucho humor (Caso cerrado). Me ha sorprendido Rafael Fuentes, con una ambientación muy realista y cruda, y el lenguaje de Manuel Quinto, del que me he hecho firme propósito de buscar sus libros. Comprimir la trama de misterio-investigación-resolución en un cuento deja en ocasiones la impresión de un polvo…

Jesús Marchamalo. Cortázar y los libros.
Ensayo / julio 12, 2012

Fórcola, 2011. 110 páginas. Seguramente lo vi aquí: Ressenya: «Cortázar y los libros» y me apeteció. Marchamalo ha tenido acceso a la biblioteca de Cortázar que están en la fundación March y nos cuenta que hay y que no hay, las anotaciones, dedicatorias, apuntes y dibujos. Es un libro breve, así que no pretende ser exhaustivo, pero nos ofrece un panorama curioso sobre las filias y fobias del genial escritor. Uno se alegra cuando coincide en los gustos y no tanto con las discrepancias, pero en conjunto es un libro delicioso que nos ofrece otra cara de Cortázar. Abunda en material gráfico, lo que aumenta aún más su valor. Calificación: Muy bueno. Un día, un libro (315/365) Extracto: Otra de sus aficiones de infancia fueron las definiciones del diccionario. Pasaba horas sentado con un Pequeño Larousse que le habían regalado, en el que buscaba palabras y significados: goleta, porrón, tifus… —¿Qué le ves al diccionario? —le preguntaban. -Todo. También comenzó a escribir muy temprano. Ya con nueve o diez años el pequeño Coco había escrito una novelita -afortunadamente perdida, dijo él mismo-, y antes cuentos y algunos sonetos. Cuando los dio a leer a su familia se encontró con que,…