Sergio Vila-Sanjuan i Sergi Doria. Passejades per la Barcelona Literària.
Ensayo / mayo 31, 2012

Edicions 62, 2005. 366 páginas. Editado por motivo de una conmemoración y con apoyo institucional, el libro nos ofrece un recorrido por los parajes de Barcelona que han inspirado o están presentes en la literatura. Empieza, como no podía ser de otra manera, por el Quijote, que visitó Barcelona y sus playas, revelando donde vivió Cervantes supuestamente cuando estuvo en la ciudad -y reconociendo que tiene más de leyenda urbana que de realidad, al no existir ningún apoyo documental. No falta la Barcelona de los poetas, de la bohemia, la del modernismo, la ciudad de los prodigios, de la inmigración nacional. Pero mi preferida ha sido, por descontado, la Barcelona negra, liderada por Vázquez Montalbán pero bien acompañada de otros novelistas que han situado sus crímenes en esta ciudad. La lectura es agradable y descubrimos datos curiosos, abunda en fotografías que nos permiten ver las localizaciones sin tener que desplazarnos e incluye los extractos de las obras. Lo malo es que no tiene excesiva profundidad (si la tuviera, sería una enciclopedia) y se notan ausencias internacionales, al estar centrada casi exclusivamente en escritores catalanes. Por ejemplo, en el libro aparece esta foto (adivinen los nombres): Y uno piensa, ante tanto…

Benito Pérez Galdós. La sombra.
Novela / mayo 30, 2012

RBA. Novela breve que gira alrededor de los celos. El doctor Anselmo se obsesiona con una supuesta infidelidad de su mujer y va perdiendo la razón. La descripción detallista nos sumerge dentro de la locura del protagonista, y confieso haber sentido una angustia real. Más allá de una descripción de los celos es una novela psicológica adelantada a su tiempo, a la vez que una crítica al la maté porque era mía. Interesantes apuntes aquí: La sombra Calificación: Bueno. Un día, un libro (272/365) Descárgalo gratis: Todas las obras de Benito Pérez-Galdós Extracto: «Mi boda fue repentina: no habían precedido más relaciones íntimas, furtivas, que enlazan las almas moralmente antes de ser atadas las personas por el nudo religioso y civil. Yo no había sido su novio; y aquello fue más bien cosa concertada por los padres, guiados por la conveniencia, que unión espontánea de dos amantes que se cansan de la vida platónica. Nos casamos no muchos días después de habernos conocido; y de aquí creo yo que provinieron todos mis males. Yo, no obstante, la amé mucho desde que resolví unirme a ella. Pero llegó el día, y no sé por qué, creí ver en su semblante más…

George Gamow. Biografía de la Física.
Ensayo / mayo 29, 2012

Salvat, 1971. 262 páginas. Trad. Fernando Vela. A Gamow le debemos muchas cosas, la más conocida la teoría del Big Bang (aunque el nombre se lo puso Hoyle para ridiculizarla lo que hizo fue hacerla más popular). Esta biografía, donde se repasa la historia de la física hasta sus días, ya la había leído, pero siempre es un placer releer a Gamow. Porque escribe muy bien y sabe explicar con claridad y sin perder rigor los conceptos más complicados de la física. Además incluye un montón de anécdotas (algo que me encanta) y muchas de ellas vividas en primera persona, porque Gamow es parte fundamental de la historia de la física. A mí me estremece leer cosas como esta, donde se narra el origen de la energía atómica: […]él y su ayudante, Fritz Strassman, bombardeando uranio con neutrones, habían encontrado la presencia del bario, un elemento que está a la mitad del sistema Mendeleev. Meitner y su sobrino, Otto Firsch (dos Otto en el asunto), que había ido con ella a Estocolmo, pensaron que ello había sido el resultado de una fisión, es decir, de la desintegración en dos de un núcleo de uranio golpeado por un neutrón. Tan pronto…

Francisco Ruiz Ramón. Historia del teatro español.
Ensayo / mayo 28, 2012

Alianza, 1971. 540 páginas. Segunda parte -al comprarlo de saldo quien sabe dónde estará la primera- abarca desde principio de siglo hasta las últimas tendencias. Últimas de 1971, claro. Fineza en la crítica, amplio en su selección de autores, con buen ojo y criterio, abundante en detalles e incluso anécdotas, es toda una joya emplazable para una relectura. Coincidimos en el elogio a Valle Inclán y García Lorca (y en otros). Sólo tiene un defecto, que se acaba en 1971 y deja fuera a la nueva hornada de dramaturgos, pero veo que hay una edición de Cátedra de 2007 que es posible que tenga datos actualizados. Me la apunto y de paso se la recomiendo a ustedes. Calificación: Muy bueno. Un día, un libro (270/365) Extractos: Con Águila de blasón comienza Valle-Inclán ese teatro en libertad, suyo ya e inconfundible, estribado en la libertad de la imaginación, creadora de nuevos espacios dramáticos irreductibles al tipo de «escena a la italiana», que era el predominante y, en realidad, el único en el teatro español coetáneo. Por ello Valle-Inclán no es ya el sucesor del teatro del xix, como lo son Benavente, Marquina y el mismo Unamuno o, más tarde, Pemán, Calvo…

Fernando Aramburu. El vigilante del fiordo.
Cuentos / mayo 27, 2012

Tusquets, 2011. 186 páginas. Probablemente lo vi recomendado aquí: Fernando Aramburu: El vigilante del fiordo. Cuando compro cualquier libro de saldo porque me llama la atención la portada, si no me gusta demasiado suelo ser benigno. Si me lo recomienda otro, soy más crítico. Valga como prolegómeno y excusa a mis apuntes de un libro que tiene los siguientes cuentos: Chavales con gorra La mujer que lloraba en Alonso Martínez Mártir de la jornada Carne rota El vigilante del fiordo Lengua cansada Nardos en la cadera Mi entierro Que no me han acabado de convencer. En ocasiones arrancan muy bien, tienen una trama sugerente, pero me da la impresión de que no se cierran con la fuerza que merecen. Esto ocurre, sobre todo, con El vigilante del fiordo, historia de un funcionario de prisiones que se evade en un fiordo donde ejerce de vigilante o en La mujer que lloraba en Alonso Martínez, una mujer que llora en una parada de metro a la que el protagonista observa al visitar a su madre. Carne rota son una serie de fragmentos sobre el atentado del 11M, y aunque debo confesar que me conmoví, fue más por el tema que por el…