Ramón del Valle Inclán. Martes de Carnaval.
Teatro / abril 12, 2012

Espasa-Calpe, 1988. 246 páginas. Sigo empapándome de Valle Inclán, cuya calidad y su modernidad me sigue sorprendiendo. En este caso un volumen compuesto por los siguientes esperpentos: Las galas del difunto Los cuernos de don Friolera La hija del capitán A destacar la cualidad metateatral de Los cuernos de don Friolera, la crítica social de La hija del capitán -que me ha recordado bastante a La corte de los milagros– y, sobre todo, la crueldad de Las galas del difunto, en clave de folletín -como el propio texto, con cinismo, indica-. Calificación: Muy bueno. Un día, un libro (225/365) Extracto: Póngamelo usted más claro, Don Estrafalario. ¡ Expliqúese! DON ESTRAFALARIO Los sentimentales que en los toros se duelen de la agonía de los caballos, son incapaces para la emoción estética de la lidia. Su sensibilidad se revela pareja de la sensibilidad equina, y por caso de cerebración inconsciente, llegan a suponer para ellos una suerte igual a la de aquellos rocines destripados. Si no supieran que guardan treinta varas de morcillas en el arca del cenar, crea us-| ted que no se conmovían. ¿Por ventura los ha visto usted llorar cuando un barreno destripa una cantera? DON MANOLITO ¿Y usted…