Álvaro Cunqueiro. Las mocedades de Ulises.
Novela / noviembre 20, 2011

Bibliotex, 2001. 224 páginas. Rapsodas Muchas veces empiezas un libro con pereza y a las cuatro páginas estás completamente enganchado. Esto me ha pasado con estas mocedades. ¡Que bien escribe Cunqueiro! Argumento no hay. Pero tampoco en la Odisea, dónde a Ulises le van pasando cosas hasta que vuelve a casa. Tampoco en el de Joyce, un día en la vida de Leopoldo. Las mocedades beben de las dos fuentes, las asimilan, las mezclan con toda una tradición fabulística y producen un libro original, poético, inundado de historias que son mentira, como todas las grandes verdades. Ya comenté en las fugas de Fanto Fantini que Cunqueiro no hace ralismo mágico, aunque su realidad tenga más magia que las mil y una noches. El mundo que describe es único y no entiendo como se le tiene tan olvidado. Hay ecos de Cunqueiro en Espinosa, otro original escritor con talento para la poesía y la fábula. Pero lo que se escucha desde que se comienza el libro es la voz de los rapsodas griegos. El narrar de los juglares y cantantes de romanceros. La eterna voz de los narradores de historias que, mientras que el hombre sea hombre, seguirán inventando y cantando…