Alberto Méndez. Los girasoles ciegos.
Cuentos / febrero 18, 2011

Editorial Anagrama, 2004-2008. 158 páginas. Duelo Es un lugar común decir que se hacen muchas películas de la guerra civil. Puede que debiera ser extensivo para los libros. Pero no estoy de acuerdo en ninguno de los dos casos. Sería como decir que se hacen muchas películas que traten del amor, o que transcurran en Nueva York. Alberto Méndez murió sin saber el éxito que tendría su libro. Toda muerte es una tragedia, pero morir al inicio de una carrera prometedora también lo es para los lectores. Porque los cuatro relatos incluídos en este voleumen presagiaban futuros libros de calidad. La lista es la siguiente: Si el corazón pensara dejaría de latir Un capitán de intendencia franquista se rinde al enemigo justo cuando las tropas de Franco están a punto de entrar en la capital. Manuscrito encontrado en el olvido A través de un manuscrito encontrado en una cabaña se reconstruye la tragedia de un hombre que intentaba huir a Francia y al que el invierno atrapó con su hijo recién nacido. El idioma de los muertos Un prisionero salva su vida por haber conocido al hijo del coronel que le está juzgando. Los girasoles ciegos Después de la guerra…

Alfonso Mateo-Sagasta. Ladrones de tinta.
Novela / febrero 16, 2011

Ediciones B, 2006. 574 páginas. Detective quijotesco Si un libro tiene en la portada la etiqueta bestseller me da aprensión. El que esté libre de prejuicios que tire la primera piedra. Pero como el argumento gira alrededor del Quijote y estaba de saldo me animé a comprarlo. Isidoro de Montemayor no tiene ni mal corazón ni mal oficio, y cuando su jefe, Francisco Robles, le encarga que averigüe quien le está haciendo la competencia al publicar una segunda parte falsa del Quijote se frota las manos. Con el dinero extra podrá hacer avanzar el procedimiento para obtener su carta de hidalguía. Lo que no imaginaba era que su periplo iba a ser largo, y aparecerían en él una gran cantidad de escritores famosos e incluso el amor… Juzgándolo como bestseller, está muy bien. Entretenido, con ritmo, te atrapa en el argumento. La época está muy bien elegida y aparecen Lope de Vega, Quevedo, Góngora, Tirso de Molina y, por supuesto, Cervantes. La oportunidad del protagonista de estar en el origen de todas las salsas, al estilo de Forrest Gump, y ser la inspiración para anécdotas de Quevedo, el pseudónimo de Tirso, o el argumento de Fuenteovejuna es totalmente increíble, pero…

Más libros regalados, entrevista
Noticias / febrero 15, 2011

Por fin recordé lo que me había dejado pendiente el otro día. Hablar de una serie de autores que regalan sus libros y que apareceren en la bitácora amiga Oteando desde proa (buena gente). Las entradas: Compartir esfuerzos Iniciativas estratosféricas Los libros: Javier Casado – Rumbo al cosmos José Melchor Hernández – Varios libros Todos gratis para descarga y algunos pintan muy bien. Ya hablé por aquí de los Escépicos en el pub. Pues nos han hecho una entrevista para La Vanguardia digital: Juan Pablo Fuentes: «El escéptico no es el que desconfía de todo, sino el que mira atentamente» Es agradable aparecer en un titular. Hago referencia a la etimología de la palabra escéptico, que significa, según el diccionario filosófico de Ferrater Mora, lo siguiente: Pero el verbo griego σκέπτομαι significa «mirar cuidadosamente» (una cosa, o en torno), «vigilar», «examinar atentamente». Según ello, el vocablo ‘escéptico’ significa originariamente «el que mira o examina cuidadosamente». ‘Escepticismo’ significa entonces «la tendencia a mirar cuidadosamente» Definición que me parece muy apropiada a mi sentir como escéptico.

José María Merino. La glorieta de los fugitivos.
Cuentos / febrero 14, 2011

Páginas de espuma, 2007. 234 páginas. Disparos certeros Si comentando el libro Cuentos de los días raros afirmé que era decepcionante ahora me toca envainármela y reconocer que esta Glorieta de los fugitivos me ha encantado. No pongo la lista habitual porque al ser cuentos muy breves sería casi interminable. Pero su corta extensión está compensada con su excelente calidad. No se si la diferencia entre aquel libro y éste se debe al tamaño de los cuentos, pero si es así hay que reconocer que Merino fabrica unas excelentes minificciones. Algunas son realmente excepcionales. Crudas como otra historia navideña, nostálgicas como Caracola, rotundas como Historia de Don Quijote. Lleno de joyas. Extracto:[-] CARACOLA EN LA NIÑEZ creía que ese rumor que suena dentro de las caracolas era el eco del mar. Lo re-cuerda muchos años después, cuando pone junto a su oído la enorme caracola. Y, en efecto, oye el ruido del mar, ese sordo bramar del oleaje lejano, pero también escucha graznidos de gaviotas que pasan, la sirena de un barco, y por fin una voz que canta, eran muy jóvenes, brillaba el sol del verano, paseaban por la playa cogidos de la mano y ella cantaba esa misma…