Amarillismo sobrenatural
Noticias / mayo 13, 2010

Soy escéptico. No creo en los OVNIs, la homeopatía, la comunicación con el más allá, el Feng Shui y mucho menos en las propiedades curativas de hologramas en pulseras. No hay ninguna prueba convincente de la realidad de estos fenómenos y, por no haber, no hay ni una duda razonable. Me parece muy bien que existan personas que sí crean en estas cosas, que a ellas les ha funcionado o que algo tiene que haber. Todos tenemos el derecho a estar equivocados, y ¿quién sabe? puede que el equivocado sea yo. Pero hay una cosa que me molesta. Los vendedores de misterios. Sujetos que se ganan la vida engañando a la gente. Distorsionando los hechos, exagerando o directamente diciendo mentiras. No me molestan porque afirmen que tienen fotos de fantasmas en un cementerio, me molestan porque actuan como la peor prensa del corazón. Dando por buenos rumores sin confirmar y anunciándolos como verdades contrastadas. Cuando uno piensa que lo ha visto todo, consiguen sorprenderte. La noticia es antigua, pero no quería dejarla pasar. Según leo y veo en Magonia, Iker JIménez llena de fantasmas el holocausto. Se dedicó a hacer psicofonías en Dachau. Lean el artículo anterior, que lo explica…