Oír es obedecer
Sin categoría / mayo 3, 2006

Todo empezó con un pollo gigante. Esclavo de nuestros deseos, podíamos obligarlo a bailar, volar o morir de una manera surrealista. La cosa creo escuela y pudimos ver a sucedaneos del badulaque, hombres palito e incluso al mismísimo Bush. El éxito absoluto vino de la mano del erotismo ¿Qué hombre no ha deseado tener una camarera que cumpla sus órdenes? ¿O una stripper a su servicio? Lo que voy a proponerles no es tan atractivo (no esperen que me ponga a bailar o a desvelar mis encantos 😛 ). En este tag de flickr están las portadas de todos los libros que tengo en este momento en la pila de pendientes. La idea es que sean los lectores los que decidan que libro tengo que leer. El administrador de este Cuchitril se convierte así en un esclavo lector en sus manos. Escojan un libro de entre los más de setenta que hay disponibles (o manden por correo un ejemplar 🙂 ) y yo me comprometo a leerlo y a hacer la correspondiente reseña. Espero sus propuestas.